domingo, 9 de mayo de 2010

Hija de Raúl Castro asesora a la Defensoría de Venezuela en temas de diversidad sexual


La especialista ­Mariela Castro­ vino a Venezuela en el contexto del acuerdo de colaboración suscrito en enero pasado para la formación de funcionarios y colectivos GLBTI venezolanos en materia de educación sexual, con énfasis en la sexo-género-diversidad. "La unión legal es más viable que el matrimonio homosexual", afirmó.

El reconocimiento legal de los derechos de las parejas estables del mismo sexo ha sido una aspiración histórica de los colectivos de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales en todo el mundo.

América Latina se ha incorporado al debate desde sus especificidades y, entre otras experiencias, destaca la cubana.

Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, trata de desembarazar la controversia: "Estamos proponiendo la modificación del Código de Familia para incorporar las implicaciones de la identidad sexual y de género.

Consideramos que la unión de hecho es más viable que el matrimonio homosexual, pues es el matrimonio es una categoría heteronormativa e históricamente las iglesias lo consideran parte de su patrimonio.

Entonces, ¿para qué entrar en contradicciones si podemos ponerle otro nombre: unión legal? Además, en Cuba y en varios países de América Latina la alianza consensual y el matrimonio implican los mismos derechos".

Castro Espín abrió y cerró las discusiones del I Seminario Internacional Sexualidades, Diversidad y Derechos Humanos que, con el auspicio de la Defensoría del Pueblo, se realizó en Caracas entre el 5 y 7 de mayo.

La especialista ­hija del presidente cubano Raúl Castro­ vino a Venezuela en el contexto del acuerdo de colaboración suscrito en enero pasado para la formación de funcionarios y colectivos GLBTI venezolanos en materia de educación sexual, con énfasis en la sexo-género-diversidad.

"La idea es que a partir de los programas que ofrecemos en el Cenesex, los venezolanos desarrollen sus propios proyectos de acuerdo con sus intereses y con sus necesidades particulares. Nosotros sólo seríamos facilitadores", aclaró.

Prejuicios y valores

Desde 1996, el Cenesex ejecuta el Programa Nacional de Educación Sexual en Cuba. El trabajo se desarrolla en varios ámbitos, entre ellos el sistema educativo formal y los medios de comunicación social, con fundamento en el respeto de las diferencias, y del ejercicio libre y responsable de la sexualidad.

Castro Espín destaca que el diseño y desarrollo de políticas públicas, con perspectiva de derechos humanos, es fundamental: "Cuba fue pionera en la legalización del aborto en honor a los derechos reproductivos de la mujer. No obstante, en los años 60 tuvimos altas tasas de mortalidad por abortos clandestinos, en vista de que la asistencia médica era muy cara y ahora es un servicio gratuito".

Una intervención estatal parecida rige a partir de 2008, cuando el Ministerio de Salud de Cuba autorizó a una comisión especializada para la atención integral a las personas transexuales, lo cual incluye, en forma gratuita, el suministro de hormonas y operaciones de cambio de sexo. "Pero aspiramos a más", indica Castro Espín. "A que a través de un decreto ley la persona transexual no se vea obligada a tratamiento quirúrgico, de modo que la sociedad acoja su cambio de identidad sexual solamente por el reconocimiento de su transexualidad".

Ante el auditorio reunido en el hotel Meliá Caracas, Castro Espín refería el caso de los intersexuales, las personas que nacen con genitales calificados de ambiguos. "Por lo general ­explica­ los padres constriñen al personal de salud a que le definan a uno de los genitales. Al hacerlo, puede ocurrir que luego esa persona se sienta identificada con el sexo que le suprimieron, lo cual acarrea graves trastornos de personalidad y por esa razón hemos suspendido este tipo de operaciones".

Los prejuicios sobre la sexogénero-diversidad se ponen de manifiesto en la conversación de dos estudiantes de educación que viajan en el metro.

Uno le dice al otro que en su curso sólo hay dos hombres: "Mejor dicho, uno y medio, porque el segundo es gay. ¿Te imaginas el efecto que ese tipo de comentarios puede causar en los alumnos?", insiste la joven.

A Mariela Castro Espín se le relata este cuento y ella comenta: "Un gay no es un medio hombre. Es un hombre muy completo que, inclusive, le gustan los hombres. Lo que hay que entender es que la orientación sexual no determina los valores, la capacidad y la ética de las personas".




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