Dos proyectos, uno local y otro internacional, buscan avanzar en derechos para gays y lesbianas. En la ciudad Autónoma de Buenos Aires ya se debate la legalidad del casamiento entre personas del mismo sexo. El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, firmó una ley que pone en pie de igualdad a la homofobia y el racismo.
Los dichos de Obama, el apoyo a una legislación más igualitaria y sus gestos de tolerancia para con el colectivo gay no tienen precedentes en la historia de Estados Unidos. Mientras tanto, ya hay quienes afirman que el próximo paso será avanzar en materia de reconocimiento de beneficios sociales para todas las parejas. Otros, en cambio, estiman que el asunto recién sería tratado después de las próximas elecciones legislativas de 2010.
Desde el jueves 29 pasado las comisiones de Legislación General y de Familia, Niñez y Adolescencia debaten dos proyectos para incluir el casamiento entre personas del mismo sexo dentro de la ley de matrimonios que contempla el Código Civil. Así, y por primera vez, se da una discusión parlamentaria sobre un reclamo que busca la igualdad de derechos civiles para todas las parejas, independientemente de su elección sexual.
Una de las dos iniciativas que se discutió durante la primera reunión fue impulsada por Vilma Ibarra (Encuentro Popular y Social), presidenta de la comisión de Legislación General; y la otra fue presentada por la diputada Silvia Augsburger (Partido Socialista). Ambos proyectos buscan modificar todos los artículos del Código en los que se menciona, en cuestiones relacionadas al matrimonio, los términos 'hombre y mujer' reemplazándolos por otro más abarcativo, como el de 'contrayentes'.
La reunión en Diputados del jueves pasado fue celebrada por diversos sectores, entre ellos la Organización Internacional Intersexual, que felicitó a la Argentina por la iniciativa. También el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) manifestó su apoyo a través de una gacetilla de prensa. Por su parte, el Grupo de Estudios sobre Sexualidades del Instituto Gino Germani destacó que el debate 'contribuirá a subsanar la desigualdad jurídica que afecta a las personas en función de su orientación sexual y amorosa'. Y desde su página web, el colectivo El mismo amor, agrupación en campaña por la igualdad de derechos, también festejó la apertura del debate.
Por estas horas hay quienes aseguran que los proyectos de Ibarra y Augsburger serán tratados en la Cámara de Diputados antes de fin de año. Mientras tanto, se espera la próxima reunión del jueves 5 de noviembre, en la que se abrirá una nueva sesión para discutir las iniciativas.
La lucha de María
María Rachid es presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, y su lucha por la legalidad del matrimonio gay tiene larga data. En febrero de 2008 presentó un amparo en el que reclamó la inconstitucionalidad de la prohibición de casamiento entre parejas del mismo sexo ante la Corte Suprema de Justicia. La presentación se hizo después de que el Registro Civil y la Justicia le negaran el derecho de unirse en matrimonio con Claudia Castro, su pareja desde hace ocho años y con quien formalizó su unión civil en 2003.
A mediados del año pasado María presentó ante la Cámara un proyecto de modificación del Código Civil, redactado por el ex diputado socialista Eduardo Di Pollina. En esa oportunidad, Rachid señaló: 'Nadie puede decir que nuestras familias no son familias', y agregó: 'Peleamos por lo que queremos en realidad, que es la igualdad jurídica'. En abril de este año Augsburger retomó la iniciativa de María, la que contó con la firma de doce diputad@s, entre ell@s Juliana Di Tullio, Eduardo Malacuse y Claudio Lozano.
Días atrás, y después de participar de la primera reunión plenaria, Rachid afirmó: 'Esperamos contar con el apoyo de todos los sectores que históricamente han venido apoyando, como el Partido Socialista, el SI (Solidaridad e Igualdad), y una parte de la Coalición Cívica'. Además, señaló que confía en un gobierno 'que se ha destacado por defender los derechos humanos'.
Un presidente contra los ataques de género
El mismo día que en nuestro país se inauguró en Diputados el debate sobre la legalidad del matrimonio gay, el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, ratificó una ley que equipara los crímenes contra personas motivados por su identidad de género con aquellos cometidos por el odio y la discriminación por raza, religión, discapacidad o etnia.
A partir de la medida, fiscales tendrán la posibilidad de aplicar castigo adicional por agresiones que consideren consecuencia de la discriminación por género. Además, la norma contempla una partida de unos 10 millones de dólares para afrontar los costos de investigación de los delitos cometidos, y también incluye la publicación de estadísticas sobre crímenes contra personas gay y transexuales.
Tras conocerse la noticia, Obama declaró a la prensa: 'Después de más de una década de oposición y demora aprobamos la legislación contra el odio para ayudar a proteger a nuestros ciudadanos de violencia generada por las apariencias, por aquel a quien aman, cómo oran o por cómo son'.
La ley lleva el nombre de Matthew Sheppard, el joven gay que murió a los 21 años tras ser golpeado y abandonado en una zanja en el Estado de Wyoming por dos homófonos en 1998. El episodio conmovió a la opinión pública, e hizo que en distintas oportunidades se intentara aprobar una ley que condenara los crímenes cometidos por la discriminación por género.
La medida significa un logro muy esperado por la comunidad gay norteamericana, que el 11 de octubre pasado organizó una manifestación en Washington para reclamarle al presidente la igualdad en materia de defensa de derechos.
Pero la Ley Sheppard no es la única acción a favor de la comunidad gay. A mediados del mes pasado el primer mandatario asumió un fuerte compromiso cuando dijo que promoverá la extensión de los beneficios federales de la seguridad social a las parejas del mismo sexo, y que permitirá a personas gay que integren las filas de la armada puedan declarar su condición sexual abiertamente. 'Nuestro país no debería estar castigando a hombres y mujeres de gran patriotismo que decidieron servir en las fuerzas', señaló ante la prensa.
Los dichos de Obama, el apoyo a una legislación más igualitaria y sus gestos de tolerancia para con el colectivo gay no tienen precedentes en la historia de Estados Unidos. Mientras tanto, ya hay quienes afirman que el próximo paso será avanzar en materia de reconocimiento de beneficios sociales para todas las parejas. Otros, en cambio, estiman que el asunto recién sería tratado después de las próximas elecciones legislativas de 2010.
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