Hace tres años, Ian Young conoció a su mujer, Fatine, hace tres años, cuando ella estaba sentada en la mesa contigua, en un café de la capital malaya. En seguida quedó prendido de la exótica belleza de la mujer, y le pidió su número antes de que se fuera.
"Ahí fue cuando me advirtió que ella no era lo que yo pensaba, sino que en realidad era una transexual sin operar", contó Young al diario inglés The Sun. "Sé que es difícil de entender para la gente, pero amo a Fatine y me siento afortunado de tener a alguien tan cariñoso a mi lado", aseguró el hombre.
Hasta el momento en que sintió el ineludible flechazo de Cupido, Young era un hombre heterosexual que nunca había sentido dudas sobre su identidad sexual, por lo que reconoció que sintió "algunas preocupaciones" al respecto.
Pero nada de eso logró disuadirlo: "no me importa que sea transexual, amo a la persona que está adentro suyo", aclaró. La pareja se conoció en 2006, en el local de Stabucks de las torres "Petronas", de la capital malaya.
Young planeaba volverse a su país en poco tiempo, pero decidió quedarse por ella. Después, volvió a Derby, Inglaterra, pero tras una breve charla con su madre decidió visitar en dos oportunidades más a su querida Fatine.
Con el tiempo, ella fue a visitarlo a Inglaterra y tres años más tarde, la pareja se unió civilmente, dado que el matrimonio no era una opción para ellos. Aún así, Fatine podría ser deportada de nuevo a Malasia, donde la homosexualidad es ilegal, porque la visa con la que había viajado al Reino Unido era sólo para turistas. El protocolo indica que vuelva a su país (donde podría ser encarcelada) para pedir una visa permanente.
Según Young, Fatine toma hormonas femeninas desde los 17 años, y no se opera por los riesgos de la operación y porque está feliz con su cuerpo. "Si resulta ser que tiene órganos masculinos, lo considero un defecto de nacimiento... nunca pensé en ella como un hombre", aseguró enamorado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario