Por Andres Bacigalupo
Por primera vez en el país africano, dos mujeres lesbianas celebran públicamente una boda. Para la Iglesia local, el caso prueba que la gente “no ha entendido” lo que es “el pecado”.
La activista lesbiana Thuli Rudd y su pareja, Pitseng Vilakazi han celebrado públicamente una boda no oficial en Swazilandia, un país del sur de África dónde la ley todavía castiga las relaciones homosexuales.
Aunque el acto ha sido puramente testimonial y no tiene ningún efecto legal, el enlace ha desatado reacciones adversas de parte del gobierno y los líderes religiosos, que han salido a rechazar la boda de Rudd, quién además es la presidenta de la Asociación de Gays y Lesbianas de Swazilandia.
El primer ministro, Timothy Velabo Mtsetfwa señaló estar “realmente preocupado” por el episodio ya que “nunca nos habíamos enterado de algo así en este país”. “Es el primer acto de este tipo y no lo tomaremos a la ligera”, añadió el político en declaraciones al diario Times of Swaziland.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal del país, Steven Masilela calificó como “espantoso” que haya dos personas con “las agallas” para informarle al país entero que son lesbianas. “Como iglesia, esto nos muestra que hemos fracasado en la misión de transmitir nuestros valores. Creo que tendríamos que habernos asegurado de que la gente entendiera realmente lo que es pecado”, agregó Masilela, en una extraña reflexión de autocrítica.
A Rudd y a su novia, sin embargo, no parecen asustarlas las consecuencias de su decisión. La activista, que sufrió amenazas de muerte, perdió la casa que alquilaba y teme también por su futuro laboral luego de que su publicitada boda, dijo que “no ha hecho nada malo” y que ninguna ley puede separarla de su compañera.
Sin embargo, la mujer precisó que los artículos aparecidos en la prensa sobre ella han “puesto bajo presión” a su madre, quién tiene “un profundo sentido cristiano y ahora cree que le lavé el cerebro a mi novia para convertirla en lesbiana”.
Por primera vez en el país africano, dos mujeres lesbianas celebran públicamente una boda. Para la Iglesia local, el caso prueba que la gente “no ha entendido” lo que es “el pecado”.
La activista lesbiana Thuli Rudd y su pareja, Pitseng Vilakazi han celebrado públicamente una boda no oficial en Swazilandia, un país del sur de África dónde la ley todavía castiga las relaciones homosexuales.
Aunque el acto ha sido puramente testimonial y no tiene ningún efecto legal, el enlace ha desatado reacciones adversas de parte del gobierno y los líderes religiosos, que han salido a rechazar la boda de Rudd, quién además es la presidenta de la Asociación de Gays y Lesbianas de Swazilandia.
El primer ministro, Timothy Velabo Mtsetfwa señaló estar “realmente preocupado” por el episodio ya que “nunca nos habíamos enterado de algo así en este país”. “Es el primer acto de este tipo y no lo tomaremos a la ligera”, añadió el político en declaraciones al diario Times of Swaziland.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal del país, Steven Masilela calificó como “espantoso” que haya dos personas con “las agallas” para informarle al país entero que son lesbianas. “Como iglesia, esto nos muestra que hemos fracasado en la misión de transmitir nuestros valores. Creo que tendríamos que habernos asegurado de que la gente entendiera realmente lo que es pecado”, agregó Masilela, en una extraña reflexión de autocrítica.
A Rudd y a su novia, sin embargo, no parecen asustarlas las consecuencias de su decisión. La activista, que sufrió amenazas de muerte, perdió la casa que alquilaba y teme también por su futuro laboral luego de que su publicitada boda, dijo que “no ha hecho nada malo” y que ninguna ley puede separarla de su compañera.
Sin embargo, la mujer precisó que los artículos aparecidos en la prensa sobre ella han “puesto bajo presión” a su madre, quién tiene “un profundo sentido cristiano y ahora cree que le lavé el cerebro a mi novia para convertirla en lesbiana”.
Fuente:
http://noticias.universogay.com
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