Cuando estaba colocando uno de los videos de Youtube sobre las bellezas que asisten a las marchas por el Día del Orgullo, no repare en que podría estar, sin querer queriendo, reiterando la confusión en cuanto a que todas personas nacidas nacidas como varón pero que visten como mujer, son "travestis" o son "transexuales".
La verdad es que la imagen externa, cuerpo y ropa, funcionan como la prostitución: no nos dicen nada sobre la identidad de la persona que viste o que la ejerce.
Una persona, por mas que se muestre vistiendo públicamente como mujer y que muestre un apabullante cuerpo femenino, no necesariamente es una mujer "transexual" ni una mujer "transgénero", y quizas, ni siquiera un varón "travestista".
La imagen no nos dice nada de cómo esta persona se autodefine, cómo se autoidentifica, qué es lo que siente, cuál es su experiencia de vida, etc.
En el mundo de la prostitución callejera, por ejemplo, muchos varones gays, se han visto precisados, para ejercer tal oficio, el tener que modificar sus cuerpos y a mostrarse como mujeres, y de ahí la imagen mas general que el publico tiene del o la "travesti".
No es la identidad de género, necesariamente, la que obliga a las personas a usar siliconas de tercera clase o a inyectarse aceite de avión, sino la necesidad de sobrevivir en el mundo de la marginalidad, al que la sociedad, los padres, familia y amigos, han condenado a vivir a la persona que muestra una diferencia en su preferencia sexual o en su identidad de género.
Lo que digo es que a diferencia de los conceptos, los términos pueden ser utilizados como "etiquetas" que ocultan la diversidad de identidades y de historias de vida.
La etiqueta "homosexual" oculta para el gran público la relativa diferencia entre las identidades por preferencias u orientaciones sexuales, de las identidades por identidades personales e integrales de género.
La etiqueta "travesti" u "transexual", oculta la relativa diferencia entre las personas "gay" travestistas, travestistas en sentido estricto (varón que se viste ocacionalmente de mujer) en sus multiples variantes (entre ellas, el transformismo artístico) y las mujeres u hombres "transgéneros", es decir, en las que se da una diferente correspondencia entre entre el sexo genético y el género, o sexo cerebral.
Frente a cualquier legítima diversidad, la principal guía sigue siendo nuestra indentidad de género, y no solo, o simplemente, la imagen.
La verdad es que la imagen externa, cuerpo y ropa, funcionan como la prostitución: no nos dicen nada sobre la identidad de la persona que viste o que la ejerce.
Una persona, por mas que se muestre vistiendo públicamente como mujer y que muestre un apabullante cuerpo femenino, no necesariamente es una mujer "transexual" ni una mujer "transgénero", y quizas, ni siquiera un varón "travestista".
La imagen no nos dice nada de cómo esta persona se autodefine, cómo se autoidentifica, qué es lo que siente, cuál es su experiencia de vida, etc.
En el mundo de la prostitución callejera, por ejemplo, muchos varones gays, se han visto precisados, para ejercer tal oficio, el tener que modificar sus cuerpos y a mostrarse como mujeres, y de ahí la imagen mas general que el publico tiene del o la "travesti".
No es la identidad de género, necesariamente, la que obliga a las personas a usar siliconas de tercera clase o a inyectarse aceite de avión, sino la necesidad de sobrevivir en el mundo de la marginalidad, al que la sociedad, los padres, familia y amigos, han condenado a vivir a la persona que muestra una diferencia en su preferencia sexual o en su identidad de género.
Lo que digo es que a diferencia de los conceptos, los términos pueden ser utilizados como "etiquetas" que ocultan la diversidad de identidades y de historias de vida.
La etiqueta "homosexual" oculta para el gran público la relativa diferencia entre las identidades por preferencias u orientaciones sexuales, de las identidades por identidades personales e integrales de género.
La etiqueta "travesti" u "transexual", oculta la relativa diferencia entre las personas "gay" travestistas, travestistas en sentido estricto (varón que se viste ocacionalmente de mujer) en sus multiples variantes (entre ellas, el transformismo artístico) y las mujeres u hombres "transgéneros", es decir, en las que se da una diferente correspondencia entre entre el sexo genético y el género, o sexo cerebral.
Frente a cualquier legítima diversidad, la principal guía sigue siendo nuestra indentidad de género, y no solo, o simplemente, la imagen.
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