Cansadas de los abusos de los policías municipales, pues las detienen por vestir como mujeres y las golpean y humillan en las estaciones de la Policía Municipal, un grupo de mujeres transgénero protestó ayer en la alcaldía.
“Somos una comunidad transgénera que ha sido abolida, discriminada, amenazada, extorsionada, violada en todos sus derechos, nosotras exigimos respeto porque se tiene que cumplir la ley”, mencionó Débora Álvarez, representante legal del Colectivo de Mujeres Transgénero A.C. Denunció que los oficiales municipales diariamente las detienen por vestir como mujeres, pero si les dan 200 pesos no se las llevan.
“En el Bando de Policía y Buen Gobierno, que nosotras conocemos más que los policías, ahí sabemos que no es una falta administrativa que nos vistamos de mujer pero los policías nos están deteniendo y nos están golpeando”, aseguró.
Dijo que la noche del miércoles oficiales irrumpieron en varios de sus departamentos, destrozando puertas, las levantaron aunque estuvieran durmiendo o trabajando, y se las llevaron a la estación de Policía.
“Golpeándolas, amenazándolas por si venían a levantar la voz, quitándoles dinero y cobrándoles una multa de mil pesos para poder salir”, aseguró. Además anotó que el miércoles también detuvieron a una mujer transgénero porque llevaba tres condones en la bolsa, “¿qué quieren, que se contagie de VIH?”.
Las mujeres que acudieron a la alcaldía aseguraron que ahora ya les tienen más miedo a los policías que a los delincuentes. “Buscamos a Leyzaola para que nos dé una respuesta y no nos da la cara”, indicó Débora Álvarez. Subrayó que ellas tienen derechos y se tienen que respetar.
De acuerdo con el artículo 1 de la Constitución Mexicana, no se puede discriminar a ninguna persona por religión o sexo, y a ellas las discriminan, afirmó.
“Estamos cansadas, nosotras somos mujeres transgénero y somos ciudadanas juarenses, ¿qué quieren? ¿que nos desaparezcamos?, eso no puede ser, somos parte de la sociedad”, enfatizó. Agregó que ayer en la mañana acudieron a la estación Centro y el comandante no les permitió la entrada, más tarde estuvieron en la presidencia y no las dejaron ingresar en grupo.
A su vez, el alcalde, Héctor Murguía Lardizábal, dijo que las escuchará y que las atenderá en la presidencia municipal. “El respeto a los derechos humanos debe ser inalienable, creo que es importante que independientemente de cualquiera que sea la condición, sea pobre o sea rico, todos los ciudadanos tenemos el derecho de que se nos respete nuestros derechos”, declaró.
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