martes, 31 de enero de 2012

Polémica por participante transexual en un concurso de belleza argentino Polémica por participante transexual en un concurso de belleza argentino

Las Grutas – (Clarin)

Agustina junto a las demas participantes

A gustina Salas quería verlos en persona. El teléfono o el mail le parecían insuficientes para explicar su historia a la comisión seleccionadora del concurso de belleza de la Fiesta del Golfo Azul 2012 que terminó este domingo en Las Grutas, Río Negro.

Entonces Agustina convenció a la coordinadora del certamen, Mónica Sosa, para viajar, desde su ciudad natal, General Roca, hasta el balneario, a contarle que aunque había llenado los formularios con el nombre de una mujer, técnicamente, era un varón. Un joven de 18 años con todos los atributos masculinos correspondientes.

Después del encuentro, excepcional pero hasta cierto punto razonable, la comisión la admitió como postulante del certamen.

En el medio hubo que vencer algunas resistencias , como la del histórico escribano del certamen, que se negó a formar parte. De este modo Agustina se convirtió en la primera participante transexual en la historia del concurso. Y difícilmente haya en la Argentina un antecedente similar.

“En mi cabeza soy mujer. Soy mujer y lo he sido siempre. No quería que esto comenzara con un malentendido o con una negación, por eso se los dije desde el principio”, le dice Agustina a Clarín.

“Me tengo mucha fe”, dice. Junto a ella participan 16 chicas más.
“Desde que me lo contó me dije a mi misma, sí, vamos a hacerlo, me gustó la idea”, relata Sosa.

Una vez que Agustina le habló de su transexualidad, Mónica se ocupó de convencer al resto de los integrantes de la comisión. “Hablamos con el INADI, ellos nos explicaron que Agustina tenía el derecho a postularse y entonces coincidimos en que debía tener su oportunidad”, dice Sosa, una mujer amable, espontánea y con voz de fumadora.

Ya aceptada, Agustina quiso conocer al resto de las chicas. “Las llamé y les conté que era transexual”, recuerda. Ellas la recibieron bien. “Nos alegró que nos dijera y con eso fue suficiente.

Después no pensamos más en eso, Agustina es una chica y todos la vemos de ese modo”, explica Macarena. “Para nosotras no hay ninguna diferencia. Además ella es muy amable, respetuosa y todas la queremos”, agrega Julieta.

“Estoy en el último año del secundario en Roca y mi relación con chicos y chicas es normal. Nadie se mete conmigo o me agrede.Hay algunos a los que les genero un poco de temor o rechazo pero tengo amigos como cualquiera”, cuenta. Agustina se cambió hace un par de años de otro secundario porque, según confiesa “los pibes no tenían la mejor onda”. Vive en el barrio las 250 viviendas, uno de los más humildes de Roca. Quiere estudiar diseño de interiores, hacerse “las lolas” y conservar su aparato genital. “Sería como rechazar lo que se me ha dado”, subraya.



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