Fecha Sábado, 17 mayo a las 18:50:59
Imaginemos una Venezuela
donde domina la tolerancia, donde todos los seres humanos que
habitamos este país tenemos exactamente el mismo espacio y los mismos
derechos. Quizás parezca utópico, pero hay personas que luchan a diario
por alcanzar esa meta y hoy le abrimos un espacio en El Periodiquito a
una luchadora social que inspirada en la promesa de igualdad de género
gestada por el presidente Hugo Chávez, asumió un rol protagónico en
representación de miles de ciudadanos y ciudadanos transexuales que
aspiran ser tratados como iguales en el marco de la Constitución
Nacional.
Ronny Ortega, guariqueña de nacimiento pero aragüeña de corazón, representa en todo el país la lucha por la aceptación, el reconocimiento y la valoración igualitaria de la comunidad transexual. Desde los 18 años comenzó la ardua tarea de sembrar conciencia en las comunidades del estado Aragua sobre las condiciones desiguales que sufren los ciudadanos sexo diversos, quienes han sido víctimas del odio y la homofobia en todas las escalas de la sociedad.
Entonces, para explicar un poco la batalla que libran los transexuales en Venezuela y el mundo es bueno ampliar un poco el concepto de la transexualidad. Básicamente, el ciudadano transexual es aquella persona que encuentra una seria y profunda disconformidad entre su sexo psicológico y los demás caracteres sexuales. El transexual sabe que su cuerpo pertenece a un género y su cerebro a otro. Las investigaciones han determinado que no padecen problemas psicológicos, sino que viven una realidad distinta a la de las denominaciones hegemónicas (heterosexualidad).
Ronny Ortega, guariqueña de nacimiento pero aragüeña de corazón, representa en todo el país la lucha por la aceptación, el reconocimiento y la valoración igualitaria de la comunidad transexual. Desde los 18 años comenzó la ardua tarea de sembrar conciencia en las comunidades del estado Aragua sobre las condiciones desiguales que sufren los ciudadanos sexo diversos, quienes han sido víctimas del odio y la homofobia en todas las escalas de la sociedad.
Entonces, para explicar un poco la batalla que libran los transexuales en Venezuela y el mundo es bueno ampliar un poco el concepto de la transexualidad. Básicamente, el ciudadano transexual es aquella persona que encuentra una seria y profunda disconformidad entre su sexo psicológico y los demás caracteres sexuales. El transexual sabe que su cuerpo pertenece a un género y su cerebro a otro. Las investigaciones han determinado que no padecen problemas psicológicos, sino que viven una realidad distinta a la de las denominaciones hegemónicas (heterosexualidad).
LA BASE DEL PROBLEMA
Ante lo que nos parece distinto, por lo general reaccionamos con rechazo y, quizás, la carencia de tacto sobre la diversidad sexual que ha predominado en la nación por décadas ha generado un problema de fondo. La poca tolerancia histórica manifestada por la sociedad venezolana ante las personas transexuales los ha convertido inclusive en ciudadanos perseguidos.
Ortega recordó que hace unos tres años en Aragua, específicamente en el municipio Santos Michelena, un grupo de jóvenes bañó en gasolina y encendió en llamas a un ciudadano transexual. Un crimen de odio de esta naturaleza ya es un tema relativo a los derechos humanos y ante injusticias de esta índole, Ortega y el activismo a escala nacional dan un profundo no. Inspirada en situaciones similares, la vocera decidió emprender una lucha que ha venido dando frutos.
En tal sentido, Ortega realizó un llamado de atención a los representantes de algunas congregaciones evangélicas que al parecer han emprendido campañas para desprestigiar a la comunidad transexual. “Es hora de sembrar más tolerancia y, por sobre todas las cosas, respetar el estado laico que contempla la Constitución Nacional”, acotó.
RANGO LEGAL EN TODO SENTIDO
Ortega, uno de los pilares de la lucha para la implementación de la ley de matrimonio igualitario en Venezuela, explicó que la búsqueda del reconocimiento legal se extiende a diversas situaciones. En primer lugar, las parejas que hacen vida juntos, por los momentos, no tienen un marco legal que les respete los derechos básicos como la Ley de Política Habitacional, el acceso indiscriminado a empleos en empresas privadas y públicas, o algo tan simple como el hecho de poder dejar un legado o herencia al “socio de vida” en caso de fallecimiento de alguna de las dos personas.
Por otra parte, cuestionó la satanización que se ha generado en las casas de estudios superiores con relación a ciudadanos transexuales que han decidido emprender vida universitaria. “Vemos con tristeza cómo el machismo y la falta de respeto –tanto de hombres y mujeres- hacia el transexual llega al punto de no querer permitir el uso de un baño dentro de una universidad”, lo que considera Ortega como actuaciones 100% repudiables.
¿PILAR DE LA SOCIEDAD?
Por otra parte, el rol de la familia en el juego del respeto y el reconocimiento de la comunidad transexual es vital. Si la educación comienza por casa y los padres no preparan a sus hijos para convivir armónicamente con personas de cualquier tendencia intelectual, cultural o sexual, obviamente existe allí un vacío que hay que llenar en pro de la comunidad transexual. “No por parecer distintos tenemos que vivir condenados y es parte de la lucha llevar hasta los planes educativos la propuesta de incorporarnos en la sociedad, tal y como lo quería nuestro presidente Hugo Chávez y así lo manifestó en el Plan de la Patria”, aseveró.
Proyectos de ley por revisar y aprobar
La comunidad sexo diversa de la nación lucha hoy por reconocimiento y en el marco de la gesta que emprenden a diario, estas son algunas de las propuestas que defienden:
• Ley de matrimonio igualitario y/o uniones civiles.
• Ley de cambio de nombre para las transexuales.
• Inclusión en el pensum educativo o Currículo Nacional Bolivariano.
• Incorporación en el Plan Nacional de Educación 2014-2024.
La identidad es importante
La transexualidad no es el “tercer sexo”, sino que la persona se “siente” de un sexo u otro y además, pretende vivir el día tras día con ese rol de género, bajo el conjunto de normas y prescripciones que dicta la sociedad y la cultura, teniendo un comportamiento masculino o femenino. Porque la identidad de género es una construcción social y cultural, necesaria para procurar el bienestar psicológico y social de toda la ciudadanía y, por ende, de las personas transexuales.
Discusión relevante
Actualmente se debate si la forma correcta de denominar a la transexualidad es transexualismo, transgénero o transgenerismo. El género gramatical de los términos utilizados para describir a las personas transexuales siempre se refiere al sexo de destino, es decir, al sexo con el que se sienten identificados (su sexo psicológico). Por ejemplo, un varón transexual es alguien que fue identificado como mujer al nacer debido a sus genitales, pero que se identifica como varón.
Julio Alberto Gil
jgil@elperidodiquito.com
Foto Archivo
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