martes, 27 de mayo de 2014

Entrevista a EVA WITT, presidenta de Chrysallis, la Asociación de Familias de Menores Transexuales

27 Mayo 2014
Fuente: Revista EGF and the City 

María es una niña que nació hace 11 años en una ciudad cualquiera de España. María no es como las demás niñas… O sí, salvo por la diferencia que María no nació con genitales femeninos, sino masculinos. Desde muy pequeña le encantaba ver maquillarse a su madre, pintarse las uñas con ella y calzarse sus zapatos de tacón mientras simulaba ser una princesa entre las cuatro paredes de su habitación.

Como María existen muchos niños y adolescentes en nuestro país con el problema de identidad de género: niños que todos ven como niñas y niñas que todos dicen que son niños.
La Asociación de Familias de Menores Transexuales “Chrysallis” nació para apoyar y ayudar a esas familias con esos hijos únicos y especiales. Eva Witt, Presidenta de “Chrysallis”, mantuvo esta charla con nosotros.

Entrevista a EVA WITT, presidenta de Chrysallis, la Asociación de Familias de Menores Transexuales
Entrevista perteneciente a la 9 edición de la revista EGF and the City

 ENTREVISTA

 EGF and the City: ¿Cómo y cuando nació Chrysallis?

EVA WITT: Mi hijo hizo su propia transición en mayo de 2012. Desde esa fecha estuve buscando información y ayuda. Sin embargo nadie sabía cómo ayudar a un menor transexual pre púber.

En agosto de 2012 di con la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA), donde al fin conseguí que me informaran mejor y me pusieran en la dirección correcta. Sin embargo, a pesar de que ellos conocían a otras familias con niños trans, no conseguí contactar con más familias hasta que salí en el reportaje de “Madres” de Canal Sur en febrero de 2013. Menos de un mes después ya había contactado con seis familias, por lo que en ATA me ofrecieron coordinar un Área de Familias de Menores y Jóvenes Transexuales.

Trabajando con ATA me di cuenta de que como grupo de familias no se nos escuchaba, pero como asociación sí. Es por eso que un par de meses más tarde, al comprobar que no podíamos ayudar a las familias que iban apareciendo desde otros puntos de España por estar fuera de Andalucía, decidimos crear nuestra propia asociación a nivel nacional, que constituimos formalmente en julio de ese mismo año.

EGF: ¿Es la primera asociación de este tipo en España? ¿Cuántos casos tratáis y cuál es vuestro ámbito geográfico de actuación?

E.W : Presuntamente las familias con menores transexuales éramos atendidas en otras organizaciones. Bien en asociaciones tipo AMPGYL, bien en el área de Familias de otras comunidades LGTB. Sin embargo en la realidad esto no es así. Las asociaciones de padres y madres con hijos LGTB se centran en consolarse mutuamente (lo cual es también muy importante), y las áreas de familias están muy centradas en las familias homoparentales, y/o en padres y madres de LGTB adultos (con la misma dinámica de recepción y consuelo). Los niños, sin embargo, son una fuente de desconocimiento… y de problemas.

Tenemos familias cuyas hijas han vivido en estas asociaciones como niños gais, familias a las que les han dicho que sus hijos son muy pequeños para saber nada y que esperen a la adolescencia, a las que les han enviado al “psiquiatra al que van los transexuales” para que les “diagnostiquen”. Realmente en el tema de la transexualidad queda mucho por resolver, y en el de la transexualidad infantil queda todo. Ahora, después de nuestro ejercicio de visibilidad comienzan a aparecer muchos intereses en los niños transexuales y sus familias, pero creemos que es muy importante que nadie pretenda hablar por nosotros, porque nadie salvo nosotros mismos conoce nuestras verdaderas necesidades.

EGF: Supongo que es un tema cuando menos “delicado”, el discernir donde acaba la mera experimentación o juego de un niño o una niña y donde empieza a ser un caso de identidad de género. ¿Cómo se decide esto?

E.W : No es complicado diferenciar la experimentación o el juego con la identidad sexual. Nuestros hijos no han cambiado de la noche a la mañana, han sido de un modo determinado desde siempre, y han insistido e insistido e insistido tanto que no hemos podido seguir mirando para otro lado. Distinto es saber diferenciar la expresión de género con la identidad sexual. Es la gran cuenta pendiente del colectivo LGTB, aprender la diferencia entre género y sexo para no confundir conceptos.

Los niños con expresiones de género no normativas son niños femeninos y niñas masculinas, nada más. Los niños transexuales quieren ser reconocidos como los niños o niñas que son, y no como las niñas o niños que se les adjudica ser según sus genitales. Los niños transexuales se suelen dibujar como chicos y con colores oscuros (habitualmente un solo color), las niñas transexuales se suelen dibujar como chicas de pelo larguísimo. En los juegos de rol adoptan su verdadera identidad cuando ni siquiera el juego lo precisa. Esto es: una chica masculina sería la pirata, en lugar de la princesa, porque en un juego son completamente diferentes ambos personajes; un chico transexual sería el profesor, en lugar de la profesora, a pesar de que ambos personajes van a desempeñar el mismo papel.

Pero, en cualquier caso, quien tiene la última palabra es el niño o la niña. Nosotros tenemos que aprender a abrirles la puerta, a permitirles ser quienes quieren ser, y que ellos decidan.

EGF: ¿Hay padres que creen que la identidad sexual es cosa de adultos y no de niños o adolescentes?

E.W : Los padres no son diferentes al resto de la sociedad, así que tienen las mismas ideas equivocadas. Nadie nos ha enseñado que la identidad sexual es algo que comienza a desarrollarse desde los primeros meses, y que muy pronto sabemos que somos niños o niñas.
A los niños no se les enseña a ser niño o niña, ellos se sitúan en el lugar donde les corresponde. La primera identidad es ser un humano, por esto, cuando estamos en una casa con personas y animales, los niños se reconocen como personas enseguida. La segunda identidad es la sexual, así las niñas se reconocen como niñas e imitan a las mujeres y a otras niñas, y los niños se reconocen como niños e imitan a los hombres y a otros niños. Los niños transexuales también saben que son niños o niñas, como el resto de niños. El conflicto surge cuando lo que ellos saben que son se enfrenta con lo que todos les dicen que son. Ahí comienza la disforia que se empeñan en señalar como “de serie” pero que en realidad les provocamos.

EGF: En principio, ¿es aconsejable por parte de los padres “corregir” las tendencias o gustos de los niños o adolescentes, o esto es peor para ellos o ellas?

E.W : Es aún menos aconsejable “corregir” la identidad o la orientación sexual, que “corregir” las tendencias o gustos. El libre desarrollo de la personalidad es un derecho porque es una necesidad. Todo lo que sea reprimirlo supondrá una fuente de trastornos e infelicidad.

EGF: A nivel administrativo, estatal y autonómico, ¿sabéis como está el tema de sensibilización y resolución de casos transgénero en España?

E.W : A nivel administrativo no hay nada, y lo poco que hay está en manos del estamento médico que se ha autoerigido como el tutor del que las personas transexuales y sus familias dependen. La Constitución, no obstante, defiende a nuestros hijos; pero en la práctica se permiten legislación, normativas y protocolos que están claramente en contra de los derechos humanos. A diario se vulneran los derechos de las personas transexuales. Y si esto es así con los adultos, no queráis ni imaginar cómo es con los niños que encima no tienen voz propia.

EGF: ¿Qué países extranjeros son los más avanzados a nivel legislativo y social en cuanto a la identidad transgénero?

E.W : Curiosamente no coinciden ambas cosas. A nivel legislativo van en cabeza países como Argentina o Uruguay (y pronto Chile), sin embargo allí la población trans está socialmente mucho peor que en otros países como Estados Unidos (algunos estados, eh?), Canadá, Holanda, España, Reino Unido, Alemania, etc., los cuales, sin embargo, tienen una legislación que deja muchísimo que desear.

Otros países como Malasia, Filipinas, Tailandia e incluso la India, asumen como natural la transexualidad femenina (el machismo impide admitir la transexualidad masculina), y sus leyes protegen a este colectivo.

EGF: Habrá familias que todavía vivan una situación como las que vosotros tratáis a diario como un auténtico drama. ¿España es tan “progre” como presume a veces, o en los últimos años hemos retrocedido en éste y otros temas de identidad y libertad sexual?

E.W: Son muchas, muchísimas las familias que viven como un auténtico drama esta situación. Y si no lo percibes así, las instituciones (los médicos) te lo hacen vivir como un drama.

Sin embargo, España sí es bastante progresista en este aspecto, más de lo que nos imaginamos (aunque los españoles tratan mejor a los homosexuales que al colectivo trans: está claro que los esfuerzos por erradicar la homofobia van dando resultado, a ver si ahora se esfuerzan igual en erradicar el cisexismo).


EGF: Ya por último: ¿qué es más difícil, que unos padres acepten la identidad sexual de su hij@ o que lo acepte el entorno del niño o adolescente?

E.W: Depende de los padres y depende del entorno, pero sí, normalmente los padres, como son los que viven el día a día con su hijo, es más fácil que lo vayan viendo venir y lo acepten con más facilidad.

Además, a un hijo se le suele querer más que a un extraño. Lo malo es que algunos padres se quieren más a sí mismos que a sus hijos, y prefieren que estos sufran con tal de no sufrir ellos. ¡Qué te voy a contar!

Redactor: CARLOS ALONSO

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