martes, 29 de julio de 2014

"'Papá, estás muy guapa": la historia de un militar transexual

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Estados Unidos.- Allyson Robinson tiene cuatro hijos que le llaman “papá”. Los dos mayores recuerdan cuando era un hombre.  En el álbum familiar conservan fotos de su graduación en West Point, la academia del Ejército en EU, y bromean: “¡ese no eres tú!. Dos décadas después de graduarse, Robinson lidera el movimiento por los derechos de los transexuales.

Robinson cuenta que supo “desde los tres o cuatro años” que era “diferente”. No comprendía por qué la gente “pensaba que yo era de una manera cuando yo sabía que no era esa persona”. Es una historia que ha explicado muchas veces.

En conferencias, discursos y campañas como activista. Las consecuencias, también: “Aprendí muy joven a mantenerlo oculto”.

Desde la adolescencia hasta después de dejar el Ejército, Robinson empleó lo que llama “mecanismos de adaptación” para vivir escondida. Hasta West Point le acompañó una maleta con ropa de mujer.

“Me ayudaba saber que podía escaparme un fin de semana a un hotel, mirarme al espejo y no ver esa diferencia entre lo que veía y la persona que yo sabía que era”.

Hija de un veterano de Vietnam que acabó su carrera profesional en la guerra de la antigua Yugoslavia, sabía en el ejército, los gays, así como lesbianas y transexuales se arriesgaban a la expulsión.

Se apoyó con  terapeuta

Robinson, junto a su esposa Danielle, compañera de graduación en West Point con la que acaba de celebrar su vigésimo aniversario de boda, los crían como una pareja de lesbianas. Dos de ellos son lo suficientemente mayores para recordarle como padre.

“Mi transición no ocurrió de la noche a la mañana”. ”Asesorada por una terapeuta, fue cambiando su aspecto poco a poco. Un día se vistió con una falda y una camiseta ajustada. Al salir del baño se chocó con su hijo. “Nos quedamos mirándonos. Miró la ropa y después me dijo ‘papá, estás muy guapa’. En ese momento supe que todo iba a salir bien”.

Robinson hizo su transición a mujer poco después de graduarse en la Universidad de Baylor, en Texas. Acudió allí tras casi una década en el Ejército, con la vocación de ser pastor de la Iglesia. Con el apoyo de su mujer, Robinson contactó con una psicóloga para empezar el camino que, según ella, sabía que tenía que recorrer. “Necesitaba darme permiso a mí misma para hacerlo”.

Antecedente

La Administración de Obama revocó en 2012 la regla Don’t Ask, Don’t Tell (no preguntes, no cuentes) prohibía pertenecer al Ejército a quienes revelaran su homosexualidad. Aquel gesto sincronizó el Pentágono con el cambio de opinión de la sociedad de EU y los últimos avances judiciales en materia de derechos como el matrimonio igualitario.

Pero la normativa sólo mencionaba la exclusión por su orientación sexual, no por identidad de género, de manera que sigue vetado el servicio militar a los transexuales, a diferencia de Reino Unido, Israel o Australia.

Fiona Dawson, autora de la serie documental TransMilitary, explica que el Pentágono justifica dicha exclusión por una definición anticuada de la identidad de género que lo equipara con un problema de salud mental, pese a que la Asociación Americana de Psiquiatría ya la ha eliminado. El Pentágono descalifica a candidatos que presenten “un historial de malformaciones o defectos en los genitales como el cambio de sexo y hermafroditismo”, dijo. (© EL PAIS, SL. Todos los derechos reservados.)

El entorno perfecto

- Robinson fue destinada en operaciones en Oriente Próximo, Alemania y Corea del Sur, admite que siempre supo que no hubiera podido hacer su transición de continuar en el Ejército.
- Siete de cada diez estadounidenses tienen un amigo, familiar o colega homosexual. Pero sólo el 2% conoce a un transexual.
- “Queremos que dejen de vernos como un problema y nos vean como personas”, añade Robinson.
- Fiona Dawson, una directora británica que convierte a personas como Robinson explica por qué hay el doble de transexuales en el Ejército que en otras instituciones.
- “Los hombres que se identifican como mujeres encuentran el entorno perfecto para esconder su feminidad y las mujeres tienen la excusa perfecta para ser más masculinas”, explicó.

No solo es Robinson

Líderes como Robinson intentan cambiar las normas a golpe de visibilidad en el Ejército. La primera en dar el paso fue Chelsea Manning, antes Bradley: el Pentágono acaba de anunciar que le proporcionará el tratamiento para cambiar de sexo.

Semanas antes, un transexual expulsado del Ejército protagonizaba la portada de The Washington Post. La actriz Laverne Cox, protagonista de la serie Orange is The New Black, apareció TIME.

Y Kristin Beck, veterana de los Navy Seal con 20 años de carrera, reveló en su libro “Warrior Princess” que Chris fue miembro del más exigente de los equipos de fuerzas especiales.

La tendencia coincide con señales tímidas de parte de la Administración. El Presidente dijo en 2013 que “el valor no entiende de géneros”. Y esta semana, el Presidente firmó una ley que prohíbe la discriminación laboral por razón de orientación sexual e identidad de género.



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