viernes, 3 de junio de 2011

La ilusión de la transexualidad (*)

Cuando tenia 14 años pensaba que era homosexual dada mi atracción por los chicos y poco a poco comencé a frecuentar el ambiente gay. Pronto me di cuenta de que aquel no era mi mundo, los chicos homosexuales me parecia que estaban obsesionados con tener relaciones sexuales con otros chicos, a todas horas y en cualquier lugar. La relación chico-chico no terminaba de encajar conmigo, me sentia como una alienígena en otro planeta.

Nunca terminé de sentirme identificada con el mundo homosexual en el que nadie tenia ningún problema físico sexual, todos parecian disfrutar al máximo de su sexualidad, cuando yo no podia tener relaciones sexuales con ningún chico y mucho menos dentro del esquema homosexual de relación.

Recibia burlas y me sentia menospreciada dentro de ese ambiente no sólo porque mostraba abiertamente mi desconcierto ante el mismo, sino porque físicamente mis rasgos y comportamiento femenino se salia de la norma de esos ambientes, en los cuales los chicos más masculinos eran los más populares y deseados, mientras que aquellos con apariencia femenina eran completamente dejados de lado.

Pasaron varios años que habia dejado de frecuentar esos ambientes por la decepción de no sentirme parte de ellos, y toda mi adolescencia transcurrió en la más completa soledad y aislamiento.

No seria hasta los 19 años que me di cuenta de que no podia seguir así, decidí consultar un psicólogo y explicarle lo que me estaba sucediendo. Tras unas pocas semanas de consultas fui diagnosticada con Trastorno de la Identidad Sexual, remitida a un médico endocrinólogo y cuando tenia 20 años inicié tratamiento médico con terapia hormonal sustitutiva con la aprobación de mis padres, con los cuales vivia durante aquella época.

Fue un florecimiento, un despertar, nunca me habia sentido tan feliz en toda mi vida, al fin habia logrado comprender cual era mi problema, contaba con apoyo familiar, no tuve ningún problema en la universidad y todo seguia su curso con normalidad.

Pero mi felicidad no era completa, seguia sin poder mantener relaciones con ningún chico a pesar de mi apariencia femenina lograda con el tratamiento médico, puesto que mis órganos genitales seguian siendo de varón, e iniciar una relación sexual con un chico por más que me atrajese me resultaba imposible dada la situación pues mi orientación sexual es heterosexual y no podia concebir una relación de otra manera.

Entonces comenzó mi depresión, comencé a aislarme de nuevo, y mis únicas relaciones eran mis escasas amistades y mis padres, me dediqué por entero a mis estudios y me olvidé de todo lo demás. Tampoco entendia porque se me habia diagnosticado un Trastorno de la Identidad Sexual pues mi identidad siempre ha sido de chica y no me sentia trastornada en absoluto por sentirme de esa manera.

Hacia el final de mi carrera universitaria comencé a investigar sobre intersexualidad y me di cuenta entonces de que no padecia ningún problema psicológico, de adaptación social si, pero psicológico no. Entendí entonces que habia nacido con un síndrome intersexual muy poco frecuente y esto fue para mi una revelación muy importante ya que nunca me habia sentido ni homosexual, ni travesti ni transexual. Al fin pude comprender cual era el origen de mi problema, y al fin pudieron comprenderlo tambien mis padres y mis amistades.

Me siento muy agradecida a la única organización que existe en este pais que informa sobre la realidad de esta patología física, SHB Europe, gracias a la cual al fin encajaron todas las piezas de aquel nebuloso puzzle en el que me encontraba sumida durante toda mi vida.

Ahora estoy graduada en Biologia, tengo 27 años y la mayor satisfacción de mi vida no fue graduarme sino comprender qué es lo que realmente sufria, de forma clara y objetiva, esto me ha brindado una inmensa paz interior de saber que soy una mujer como cualquier otra, como siempre lo habia sido desde mi infancia, porque no es una cuestión de "sentirse mujer", sino de SER mujer.

Tengo previsto completar mi tratamiento médico antes de cumplir los 30 años con la cirugía de adecuación sexual que por fin me hará sentirme completa y yo misma, lo que más me importa ahora mismo más que ninguna otra cosa, sé que no seré completamente feliz ni me podré sentir totalmente realizada como la mujer que soy hasta que no pase por esta intervención quirúrgica.

Tambien he aprendido que lo que se conoce popularmente como "transexualidad" en realidad es una fantasia, ya que ninguna persona se encuentra en un estado de tránsito sexual de forma perenne, las denominadas personas transexuales no existen, son una construcción social, una ficción creada por determinados grupos y personas para justificar la ambiguedad psico-sexual en la que se encuentran atrapados por causas todavia no esclarecidas por la psicología ni por la psiquiatria.

La transexualidad es un fenómeno natural que ocurre en el reino animal, pertenece al mundo de la zoología y la veterinaria, no al mundo de la biología humana ni de la medicina.

Me parece importante aclarar esto porque esos grupos y personas que alegan ser transexuales en realidad no lo son, es una ilusión biológica que ellos mismos se han creado y que por desgracia confunde a los demás con las ideas que promueven de una ficticia condición inexistente entre los seres humanos.

Desde la perspectiva biológica hay dos grupos de personas bien diferenciadas entre sí: por un lado los/las travestidos/as y por otro lado los/las intersexuales. Existen muchas formas de travestismo (con o sin hormonas o implantes) así como existen muchas formas de intersexualidad reconocidas, pero no existe ninguna forma de transexualidad en la especie humana.

La ilusión de la transexualidad en seres humanos ha permeado las ciencias sociales en las últimas décadas debido a una serie de complejos factores cuya base es la ignorancia y los intereses políticos de ciertos grupos y personas. Los mayores impulsores de este fraude biológico en un comienzo fueron los psicólogos y los psiquiatras, a los que se sumaron figuras religiosas, líderes políticos y últimamente grupos de homosexuales y travestidos. Todos ellos han promovido durante las últimas décadas la ilusión de la transexualidad a falta de una mayor comprensión de ésta por parte de unos; y los intereses sociales, políticos y económicos por parte de otros.

La dimensión que está adquiriendo esta ilusión colectiva sobre algo que no existe en realidad (la transexualidad) es muy peligrosa para aquellos que sufren en particular el Síndrome de Harry Benjamin. En la actualidad ningún psicólogo o psiquiatra informado sobre este síndrome tiene duda del carácter congénito (intersexual) del mismo. Sin embargo, asociaciones, grupos, colectivos y federaciones de homosexuales y travestidos/as, aún a pesar que tambien lo tienen claro por la información de que disponen, pretenden unificar el travestismo con la intersexualidad como si se tratase todo de lo mismo en diferentes grados, bajo la definición ilusoria, nebulosa e indefinida de "transexualidad".

El interés de estos grupos resulta evidente para todos: Eliminar un síndrome intersexual grave para que los/las travestidos/as puedan continuar disfrazándose en plena libertad sin ser considerados enfermos por ello ni sin ser asociados con otros grupos que carecen de toda función sexual como es el caso de quienes han nacido con (y) padecen Síndrome de Harry Benjamin.

Ocultar y pretender eliminar una enfermedad física que reviste gravedad y que padecen otras personas con un alto grado de mortalidad si no se trata, es un ACTO CRIMINAL por parte de grupos organizados que carecen de escrúpulos ni ética.

A modo de conclusión, y sin relación con otras variaciones biológicas ambiguas inherentes al ser humano; la transexualidad, la "persona transexual" es una ilusión, un fantasma, una ficción creada por los mencionados grupos y sus predecesores de los campos de la psicología y la psiquiatria. Los trans-sexuales no existen. La transexualidad humana es producto de la imaginación humana.

Carla Montero. Graduada en Biología por la Universidad de Oviedo.

(*) Comentario. Es bueno conocer todas las opiniones que existen sobre nuestra condición humana y de género, aún cuando corramos el riesgo de la confusión. Me pareció importante el colocar este escrito de una persona que representa a la corriente denominada "SHB", pues expresa las opiniones de dicha corriente. Yo no la compartó, a pesar de que sostengo que hay elementos materiales y físicos que sustentan el género de las personas, es decir, un sustrato material ubicado en un determinado conjunto neuronal de nuestro cerebro. que genera al género.

La llamada "intersexualidad" tiene un origen genético y comosómico, pero es harto conocido que dicha condición se manifiesta a nivel de los organos sexuales (sean internos o externos) y no en cuanto al género. Claro, las amigas "SHB" resuelven el asunto declarando al cerebro como un "organo sexual". Mientras que la hipotesis que manejamos es que ciertas partes neuronales del cerebro de un una persona XY no fueron masculinizados en el proceso de diferenciación sexual, quedando femenizados, las amigas "SHB" llegan a sostener que el cerebro, en su integridad, es un cerebro de "mujer" mientras que el cuerpo es de "hombre". Para mi esto es "metafísico".

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