A las inmigrantes transexuales que son detenidas en California, EEUU, les es negado el acceso a las hormonas que necesitan para sobrevivir.
Traducción Rava para Diario Digital Transexual-. Grupos de derechos por los inmigrantes denuncian que las detenidas no reciben cuidados médicos adecuados a su condición de mujeres transexuales.
Santa Ana. En las profundidades de la depresión, luchando contra la sofocación y desesperada por su situación, Mónica Freas intentó arrojarse desde el segundo piso de la cárcel de Santa Ana antes de que sus compañeros llegaran para impedírselo.
Aunque Mónica dijo que no intentaba suicidarse realmente sino que se trataba de un grito de auxilio, las autoridades la enviaron a evaluación psiquiátrica y le han estado administrando antidepresivos como una precaución.
Después de dos décadas de tomar hormonas, la mujer transexual de 35 años dejó de tener acceso a la terapia de reemplazo hormonal que había logrado que finalmente se sintiera bien habitando su propio cuerpo. Durante meses, Mónica le rogó y le suplicó a las autoridades carcelarias que le proporcionan el medicamento que la hace “sentirse normal”, pero éstas senciallmente se lo negaron.
"Ya ni siquiera soporto mirarme en el espejo”, dijo Freas en una reciente entrevista mientras permanecía detenida bajo sospecha de encontrarse ilegalmente en EEUU. Se frotó su rostro y mostró cómo se ha puesto áspero en las mejillas. “Durante años me esforcé por llegar al punto de suavizar mis rasgos y ahora ellos me lo quitan todo.”
Freas, quien fue identificada como hombre al momento de su nacimiento en México, ahora es conocida por su verdadero nombre como Mónica, es una de las 40 transexuales que permanecen detenidas en la cárcel de inmigración de Santa Ana y que durante meses han intentado sin éxito recibir la terapia de reemplazo hormonal que tanto necesitan.
Ella y las demás han compartido sus historias con la Alianza Nacional Central de Inmigrantes del Centro de Justicia (Heartland Alliance National Immigrant Justice Center), un grupo activista de derechos humanos que ha presentado una denuncia ante el Departamento de Seguridad Nacional, alegando que las autoridades carcelarias en todo el país, le han negado a las detenidas “la atención médica adecuada” al no permitirles el acceso a la terapia de reemplazo hormonal que necesitan para sobrevivir.
Recientes estudios realizados en EEUU muestran que las personas transexuales poseen una de las tasas más altas de intentos de suicidios. Grupos de derechos por los inmigrantes, la propia Asociación Médica Americana, así como otros grupos de la comunidad médica, aseguran que la terapia de reemplazo hormonal no es un tratamiento de elección ni cosmético, sino una necesidad real en los casos de personas con transexualismo médico. Estas personas sienten una identificación muy fuerte con el sexo que sienten que les corresponde, lo que provoca un intenso dolor emocional y gran cantidad de sufrimiento, de acuerdo a los Institutos Nacionales de Salud.
A pesar de estos datos, algunos se siguen preguntando si los contribuyentes americanos deberían financiar el tratamiento para determinada población de los inmigrantes detenidos. Mark Krikorian del Centro de Estudio de Inmigrantes, organización anti-inmigración sostiene que EEUU no debería pagar por esos tratamientos: “Una cosa es un medicamento para poder seguir respirando, y este no es el caso,” dijo Krikorian.
Eric Berndt, abogado de la Alianza Nacional Central de Inmigrantes, dice que las detenidas tienen el derecho al medicamento:
“El gobierno de EEUU tiene la responsabilidad fundamental de atender las necesidades médicas y la dignidad de cualquiera que arresta en la calle y pone en una prisión. Si vamos a encerrar a alguiem, necesitamos cubrir sus necesidades básicas,” afirmó.
Mientras tanto las autoridades de inmigracion dicen que ignoran el costo exacto que supondría la terapia hormonal para los detenidos, un médico consultado calcula el precio en alrededor de mil dólares por persona al año para el tratamiento y el seguimiento correspondientes.
El Departamento de Inmigración y Aduanas dijo que la prisión de Santa Ana es donde llevan a las inmigrantes ilegales con necesidades especiales detenidas en el área de Los Angeles, pero no llevan estadísticas acerca de las personas transexuales.
Una vocera dice que el Departamento evalúa detenidamente caso por caso con la ayuda de psiquiatras y que en aquellos casos donde ellos consideran que sí lo amerita, le proporcionan las hormonas a la persona transexual, sin embargo la prisión de Santa Ana no cuenta con ese servicio.
Traducido por Rava del artículo de MSNBC.com para Diario Digital Transexual.
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