17/11/2013 - Carla Gómez El papa Francisco ha
enviado recientemente un cuestionario a los obispos de todo el mundo
para hacer una consulta global sobre la evolución de la familia moderna,
por lo que la activista transexual Diane Marie Rodríguez Zambrano ha
querido dirigirse a él mediante una carta donde muestra sus opiniones
sobre el cuestionario, concretamente sobre la parte que le concierne
como activista LGTB. Comienza felicitando al pontífice por la inclusión de temas referentes a derechos LGTB (matrimonio igualitario entre otros) pero en definitiva, la misiva es una crítica al tratamiento que la Iglesia da a ciertos temas sociales.
Diane Marie valora que el hecho de incluir en la consulta global
"tópicos relacionados con las poblaciones sexo genéricamente distintas",
a pesar de que no es una declaración implícita de apertura por parte de
la Iglesia, "crea una arrolladora esperanza en las poblaciones LGTB
creyentes".
La transexual, que se reconoce atea, considera por tanto que tiene el
deber de "consultar varias incógnitas respecto al planteamiento de las
mismas –las cuestiones incluidas sobre el colectivo LGTB-".
Sobre una de ellas, que plantea cuál es la actitud de las iglesias
ante el estado civil de uniones civiles entre personas del mismo sexo, y
también ante las personas involucradas en este tipo de uniones, la
activista cuestiona sobre cuál sería el interés de una religión ante las
uniones civiles con respecto a los estados democráticos.
"¿No
deberían interesarse únicamente por las uniones eclesiásticas, por no
haber consagrado su matrimonio ante la Iglesia? ¿Tienen en claro los
ciudadanos que existe una gran diferencia entre matrimonio eclesiástico y
la unión civil?", se pregunta Diane Marie.
A continuación
expone la situación legal de su país respecto al matrimonio y explica:
"En nuestro país existe el Matrimonio Civil y la Unión de Hecho desde
los aspectos legales. Entendiendo el interés de su Santidad, es menester
mencionarle que a criterio de quienes hacemos ejercicio de los derechos
y respetamos la constitución actual, la figura o el término Matrimonio
debería desaparecer de los aspectos legales de nuestro país, estimando
que sus raíces etimológicas vienen del derecho canónico, que responde a
la religión católica, por lo cual resulta inconsistente, según el
artículo 1 de nuestra apreciada constitución, que manifiesta que Ecuador
es un estado laico, y que por ende debería figurar en todo el
territorio ecuatoriano únicamente la unión civil.
En relación con la pregunta sobre el comportamiento pastoral de la
transmisión de la fe a los hijos de una pareja del mismo sexo, Diane
Marie destacó que el objetivo sería transmitir de manera "adecuada" los dogmas instaurados por la religión católica a los hijos, ya sean naturales, In vitro
o adoptados, pero que discrimina a las personas del grupo LGTB
pertenecientes a otras religiones y a los ateos, porque pone como única
vía educacional la religión católica.
Finalmente, la activista declaró que espera que la Iglesia
repiense sus actitudes para que las personas LGTB o sus hijos no pasen,
en el futuro, por las privaciones que ella sigue sufriendo bajo la
influencia de la religión católica. Así las explica:
"Tengo 31
años y las influencias de la religión católica local no me permiten:
identificarme como me siento a través de mi cedula, no me permiten
casarme civilmente, tampoco quieren que adopte, tampoco con mi aspecto
femenino me permiten mantener una relación con una mujer para concebir
'naturalmente', no me permiten trabajar en una empresa por mi aspecto
femenino y mi voz gruesa que me delata el ser XY, tampoco puedo estudiar
sin que se me cuestione mi identidad, y seguramente si algún día llego
moribunda a un hospital al ver mi aspecto femenino y mi sexo de macha,
peligrará doblemente mi vida".
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