Día 01/10/2014 - 20.03h
Quiere que el Servicio Nacional de Salud británico pague las nuevas operaciones para poder recupear su antigua identidad
«Es agotador ponerse maquillaje y usar tacones». Este es uno de los argumentos que esgrime Chelsea Attonley, transexual, para volver a ser hombres después de haberse operado hace ya ocho años.
Tal y como recoge «Mirror», Matthew quiere volver a ser un varón y que el Servicio Nacional de Salud británico (NHS)
pague los gastos de su operación. A sus 30 años, Chelsea ha decidido
que quiere quitarse los pechos y volver a tener pene a costa de los
contribuyentes.
«Siempre he deseado ser una mujer, pero ninguna cirugía
puede darme un cuerpo femenino real así que siento que estoy viviendo
una mentira», relata la joven, entre cuyos argumentos para volver a
cambiar de sexo se encuentran también la depresión y ansiedad sufridas a consecuencia de la hormonación. «Me he dado cuenta de que sería más fácil dejar de luchar y aceptar que nací hombre», asegura ahora.
La joven, que vive de las prestaciones sociales, dice que
no puede trabajar porque ni siquiera se encuentra bien consigo misma.
«Ahora he decidido que quiero volver a vivir como Matthew», dice.
«Necesito esas nuevas operaciones por el bien de mi salud mental», sin
importarle que sea el sistema sanitario público sea el que se haga cargo
de los gastos.
De momento, ya ha comenzado a las inyecciones de testosterona.
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