Desde los quince años, Hanna Winterbourne tenía claro que su sueño era iniciar una carrera en el Ejército. Siempre se consideró a sí misma una mujer, pero había nacido en el cuerpo equivocado: "La sociedad te dice que los niños pequeños jueguen con camiones y vista de azul (...) yo realmente nunca entré en esa categoría. A medida que vas creciendo tus sentimientos se hacen más sólidos y en la pubertad comienzas a comprender lo que te pasa" confiesa Hanna a un periódico inglés.
Se alistó en el Ejército británico con el cuerpo aún de un hombre, siempre con el miedo de que alguien descubriera su secreto. Pero tras un periodo de servicio en Afganistán decidió que era el momento de que su vida cambiase.
Ahora, un año después del paso de Hanna por quirófano para culminar su proceso de transexualización, ha concedido una entrevista al diario Daily Mail en la que cuenta su historia y cómo se ha enfrentado a toda una lucha interna desde muy joven. "Antes no podría precisar el hecho de que yo sentía que era un niña (...) ahora me siento lo suficientemente feliz para caminar por la calle como una mujer", afirma una orgullosa Hanna.
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