Transfobia en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.
Una mujer transgénero fue expulsada del lugar de culto en Israel este
lunes (5 de enero). Las autoridades que controlan el acceso le
prohibieron el paso tanto a la sección masculina como a la femenina.
Kay Long, estilista de Tel Aviv coronada como Top Drag Queen en Israel entre 2011 y 2013, visitaba Jerusalén cuando “una voluntaria molesta” le prohibió la entrada con el pretexto de que “no era una mujer”.
“Cuando llegué a la sección de mujeres del Muro de las Lamentaciones, una mujer en la entrada me prohibió el acceso. Yo le dije que ella no puede decidir quién es una mujer y quién no lo es. Pero yo no quería montar una escena, así que me marché. Fui a la zona de los hombres porque allí estaba mi amigo, pero allí me gritaron que no me acercara, que la sección femenina estaba al otro lado”, dice la afectada a Times of Israel.
El Muro de las Lamentaciones es uno de los sitios más sagrados del judaísmo, vestigio del Templo de Jerusalén. Su nombre en hebreo significa “muro occidental”. Kay Long mide dos metros de alto y llevaba un vestido negro cuando visitó el recinto. Se tomó una foto en las escaleras de acceso y la compartió en Facebook.
“El Muro es realmente para todo el mundo, y estoy en mi derecho de ir allí”, dice. “Yo no voy a orar, no soy religiososa y no conozco las oraciones, pero me enseñaron desde muy pequeña que cualquier persona puede ir allí y dejar una nota en el muro”, añade.
Elinor Sidi, directo de Open House, un centro de la comunidad LGBT, asegura que la experiencia de Long no es única. “La separación por género en el Muro de las Lamentaciones daña a la comunidad transgénero. Este no es el primer caso que conocemos en el que una persona religiosa transgénero precedente ir a orar y no le dejan”, asegura.
Kay Long, estilista de Tel Aviv coronada como Top Drag Queen en Israel entre 2011 y 2013, visitaba Jerusalén cuando “una voluntaria molesta” le prohibió la entrada con el pretexto de que “no era una mujer”.
“Cuando llegué a la sección de mujeres del Muro de las Lamentaciones, una mujer en la entrada me prohibió el acceso. Yo le dije que ella no puede decidir quién es una mujer y quién no lo es. Pero yo no quería montar una escena, así que me marché. Fui a la zona de los hombres porque allí estaba mi amigo, pero allí me gritaron que no me acercara, que la sección femenina estaba al otro lado”, dice la afectada a Times of Israel.
El Muro de las Lamentaciones es uno de los sitios más sagrados del judaísmo, vestigio del Templo de Jerusalén. Su nombre en hebreo significa “muro occidental”. Kay Long mide dos metros de alto y llevaba un vestido negro cuando visitó el recinto. Se tomó una foto en las escaleras de acceso y la compartió en Facebook.
“El Muro es realmente para todo el mundo, y estoy en mi derecho de ir allí”, dice. “Yo no voy a orar, no soy religiososa y no conozco las oraciones, pero me enseñaron desde muy pequeña que cualquier persona puede ir allí y dejar una nota en el muro”, añade.
Elinor Sidi, directo de Open House, un centro de la comunidad LGBT, asegura que la experiencia de Long no es única. “La separación por género en el Muro de las Lamentaciones daña a la comunidad transgénero. Este no es el primer caso que conocemos en el que una persona religiosa transgénero precedente ir a orar y no le dejan”, asegura.
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