Durante el golpe de Estado del 76 las personas trans vivieron momentos muy difíciles. Eran llevaban a los Centros Clandestinos de Detención y torturadas con saña, violándolas, golpeándolas, insultándolas, matándolas a cara descubierta, total… a quien le importan las travestís y/o transexuales?, quien les tomaría una denuncia?.
Nota enviada al Diario Digital Transexual-. La historia de estas mujeres no quedó reflejada en el Nunca Más de la CONADEP.
Tal el caso de Valeria Ramírez, foto superior, travesti, quien tenia 22 años cuando en Camino de Cintura, donde ejercía la prostitución, fue retenida y trasladada a la comisaría de Lavallol, en la cual fue víctima de un casting perverso donde las más bonitas eran llevadas al centro clandestino de detención y tortura conocido como El Pozo de Banfield.
Dos veces en su vida fue “chupada” en el siniestro Pozo de Banfield, donde padeció la tortura, asistió un parto y fue castigada con crueldad por ser solidaria con los demás detenidos y detenidas.
Mañana, miércoles 26 de enero de 2011 a las 11 hs. dará su testimonio en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Para Valeria será un día que no podrá olvidar jamás.
Valeria Ramírez no fue una de las 30,000 ausencias recordadas, sin embargo quiere que la persecución a las personas homosexuales y a las personas trans deje de estar ausente de los libros que recuerdan nuestra historia.
Hoy, casi treinta y cinco años después se anima a contar lo sucedido, a sacarlo del closet.
“Recién ahora puedo hablar. Me siento un poco más protegida, y porque además, ¿a quién podía interesarle?”, se pregunta. “Para las personas trans aún no ha llegado la democracia”, se lamenta.
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El calvario vivido como detenida no encuentra consuelo. “Padecí violaciones para poder acceder a la comida o ir al baño. Nunca sentí miedo de morir. Vi la tortura y tuve que callar para poder seguir. Nuestras vidas no valían nada. La segunda vez que recuperé la libertad, mi abogado me dijo que si quería seguir viviendo me fuera de esa zona”.
Hoy Valeria Ramírez es la Coordinadora del Area Trans de la Fundación Buenos Aires Sida, y pudo reelaborar sus conceptos, desnaturalizar la violencia, comprender que no fue llevada por ser travesti (como si ese fuera un motivo válido). "Me llevaron porque eran unos soretes" refelxiona.
Lo vio al Presidente Néstor Kirchner descolgar los cuadros, vio los juicios a los genocidas, supo de las sentencias, vio casarse a Alex y José María, siguió el debate por la ley de matrimonio Igualitario y vio a la Presidenta Cristina Kirchner reglamentarla.
Se sumó al trabajo de la Federación Argentina LGBT y de ATTTA por la Ley de identidad de género y atención integral de la salud para personas trans.
Vio a Florencia Trinidad acceder al reconocimiento de su identidad y la resolución por medio de la cual ahora las trans pueden tener su foto en el DNI.
Presentó un recurso de amparo para acceder al mismo reconocimiento y su voz será escuchada ahora, cuando nuestra democracia se dispone a restituir dignidad y derechos a travestis, transexuales y transgéneros.
400 homosexuales permanecen desaparecidos entre los desaparecidos. Treinta y cuatro años después, siguen pidiendo su Nunca Más.
Valeria, quiere ser ciudadana y quiere dejar de ser invisible.
MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA, también para las trans
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