“Tatiana Piñeros Laverde es una mujer transexual que paga impuestos, rie, goza, llora y sufre como cualquier otra persona”. Su autodefinición no es a la defensiva. Ni se nota marcada por el resentimiento o la revancha. En cambio, parece un grito audible apenas, una lucha pacífica, sincera, amable pero firme sobre una condición que despierta, aún a comienzos de la segunda década del siglo XXI desconfianza, equívocos e incluso malos tratos físicos y verbales, cuando no agresiones graves que desdicen del ser civilizado que se supone encarnamos.
Pero si se trata de hacernos visibles por lo que hacemos y no por lo que somos, agregaríamos que ella también es contadora egresada de la Universidad Central de Bogotá, y especialista en gerencia de recursos humanos de la Escuela de Administración de Negocios, EAN.
Vinculada desde hace un año a la alcaldía local de Chapinero como supervisora externa, Tatiana es un ejemplo manifiesto de cómo el “ser”, antes que el “hacer” o el “tener”, más que un secreto mistico para “triunfar en la vida”, es una convicción profunda, que ella se repitió hasta la afonía para autoconvencerse que así ganaría el respeto y ocuparía el lugar que hoy disfruta.
Porque así queda establecido. Disfruta hoy de la posición ganada en una sociedad cerrada que recién, -gracias a largos debates y discusiones y a un lento desmoronamiento de prejuicios- deja entrar framentos de luz para iluminar algo parecido a un oscuro sub mundo poblado de extraños seres llamados LGBT’s, léase lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
En esta última categoría, “trans”, es donde Tatiana emerge con su figura, desempeño profesional y un discurso que intenta aclarar el panorama de la diversidad sexual, paisaje que a veces se presenta confuso para esa otra población heterosexual que mete a todos los “diversos” en el mismo saco.
Desde su oficina, en el corazón de Chapinero, la mujer transexual que por sus atributos físicos definitivamente femeninos, alborota miradas de ojos absolutamente masculinos, se muestra como un ser humano que, además de “pagar impuestos, reir y llorar”, brilla con profesionalismo y eficiencia en su labor como interventora.
¿Está en este puesto gracias a la orientación sexual de la alcaldesa de Chapinero?
Definitivamente, no. Ella es una persona completamente abierta; si hay un hombre gay que puede cumplir con el trabajo que ella necesita, le es indiferente si es gay, heterosexual, bisexual, o si es “trans”. No tiene que ver con que la alcaldesa sea lesbiana, porque si no entrarían a trabajar a la localidad solo personas con diversidad sexual. Entra y trabaja quien lo hace bien. Y eso es por lo que estamos luchando. Que se evalúe no con quien nos acostamos, o qué somos, sino qué sabemos o qué podemos aportar a una empresa.
¿Cómo explica su proceso de lo masculino a lo femenino?
Para ponerlo en contexto, transexual es la persona que nace en el cuerpo equivocado. Su forma de sentir, de actuar, de pensar corresponde al otro sexo. La condición, antes que nada, es interior, mental y psicológica. Y en mi caso desde siempre lo supe. No es tan dificil como se ve y depende cómo se maneje. Lamentablemente si no existieran los imaginarios, los estigmas, toda esta presión social sería muchísimo más fácil.
¿Cuando se dio cuenta de su condición?
Para uno como transexual es muy fácil darse cuenta que no se identifica con el rol que le impone la sociedad por el hecho de haber nacido con pene o en un sexo determinado. Yo no me ubicaba en el papel de hombrecito, desempeñándome en los juegos de hombre. Por esos días mi papá estaba en 
Venezuela y yo tenía todos los juguetes que cualquier niño quisiera tener. Y a mi eso no me importaba, me gustaban otras cosas, los colores pastel, los lápices de colores. Me gustaba jugar pero con mis primas, los juegos bruscos que practicaban los niños a mi no me gustaban.
¿Su familia, sus padres, cuando se dieron cuenta?
Eso fue mas o menos hace 4 años. Lo supieron cuando ya estaba haciendo el tránsito hacia la mujer que soy, y tenía que prepararlos. Una tiene que estar conciente y segura de lo que es. Me preguntaba: ¿Soy gay? no, yo no soy gay al que le gustan los hombres, es que yo no me veo como hombre...entonces no soy gay...me siento mujer...
¿Y usted, cómo se preparó?
Antes de hacer el tránsito era un chico común y corriente, muy metido en mis cosas y siempre tratando de ser el mejor en lo que hacía, porque cuando fuera a hacer el tránsito necesitaba agarrarme de ese buen nombre que tuviera, para no dejarme caer. Era muy buena hija, muy buena estudiante, trabajadora, y entonces como que me gané el respeto. Mi discurso era: ‘una persona “trans’, para ganarse el derecho a hacer el tránsito y vivir como quiere tiene que ser la mejor”. Debía ser exigente en mi preparación para afrontar lo que se me venía.
¿Y la reacción de sus padres?
En mi casa lo presenté como siempre lo presento. No como algo terrible sino como una situación que va a pasar y es la única forma para yo ser feliz: y es que soy “trans”. “Que qué es eso”, entonces ya viene la explicación. También es entendible la preocupación porque cuando uno lo dice creen que ya mañana uno va a salir mostrando absolutamente todo, o se prostituyó porque es lo que se conoce en el medio, por los imaginarios y los estigmas.
¿Hubo rechazo en la oficina cuando entró a trabajar?
Hay algunas transgénero que son exitosas en lo que hacen, que han logrado camuflarse en la sociedad. Entre las más conocidas Endry Carreño como actriz y Brigitte Luis Guillermo, la profesora de la Universidad Javeriana, quien además se comporta de una forma transgresora. No le interesa si lo ven como ella o como el, usa minifalda pero camina como hombre. Aquí en la alcaldía, al comienzo, hubo algo de inquietud. “Llegó una trans, llegó una trans”, sin duda era el run run en los pasillos. Seguro porque pensaron que iba a llegar una “boleta”. Pero hoy a nadie le importa eso, lo que importa es si yo entregué el informe a tiempo o no.
¿Cómo se siente hoy, luego de abrirse al mundo?
Yo digo que soy “trans” porque me siento mujer y voy a a vivir como mujer, voy a asumir mi papel. Yo, Tatiana Piñeros, nunca me he sentido bien en el papel de chico. Siempre me he sentido una mujer interiormente y hoy simplemente voy a dejar salir esa mujer. Cuando mi familia se enteró ya tenía el grado de la carrera, el pregrado y el posgrado, y alguna experiencia. Para ese entonces era gerente, como hombre, de una agencia de publicidad, y no había disfrutado nada en la vida de lo que había logrado. No me llenaba, a diferencia de ahora, como me llenan las cosas más pequeñas, de tomarme una aguadepanela en la casa o chuparme un helado en un parque. Es decir, me llena más tomarme una simple aguadepanela como Tatiana que comer sushi como un chico.
¿Y lo sentimental, lo afectivo, como anda?
Tengo una relación de hace 10 meses con un hombre heterosexual que amo y el también me ama.
¿De qué manera se enamoraron?
Al comienzo también se trabajó lo mismo. Es “trans”, cómo vamos a hacer con la familia, con los amigos,...porque yo como trans y en mi representación de mujer que soy ¿a quien le gusto?...yo le gusto a los hombres heterosexuales, yo no le gusto a un gay. Yo le gusto a los hombres porque me ven como mujer, le puedo inspirar como mujer esos deseos erotico afectivos que a un hombre gay no. Entonces eso pasa con mi novio. Digamos que se enamoró de la parte física, es como la entrada, pero de ahi en adelante se enamoró de lo que yo tengo en la cabeza, de lo que soy como persona, como ser humano y lo demás pasa a un segundo plano. Cumplo con lo que a él le gusta de una mujer en el físico, la forma de ver la vida, de luchar por lo que creo, de eso se enamoró.
A Tatiana Piñeros también la enamora la pasarela. En la pasada semana internacional de la moda de Bogotá participó en el desfile organizado para mujeres transexuales. Y junto con otras modelos estará en la primera pasarela exclusiva para personas “trans”, Bogotrans, el próximo mes en Corferias.
Pero su ilusión es lucir ropa de diseñador. “Lo que se busca es incorporar modelos en otras pasarelas, no solo exclusivas para modelos “trans” sino que si hay una niña transexual y tiene las cualidades y aptitudes, pues que lo haga”.
COMENTARIO. !!Wooowww!! que bien se siente una cuando lee la vida y experiencia de chicas como Tatiana. Una persona más que se ha encontrado así misma y ha logrado vivir como siempre ha sido y realmente es: una mujer. Y punto.
Ya unque muchas de nosotras aún no podamos hacerlo abiertamente, la felicidad de mujeres tan inteligentes e integras como Tatiana, la compartimos y la hecemos un poquito nuestra.
!!Paciencia, ya llegará nuestro día!! por que, !!Ser mujer es lo más bello del universo!!
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