Sobre Género y el contraataque del Opus Dei

En la nota anterior, recogíamos un texto que daba cuenta del contraataque del Opus Dei .

En realidad, este contraataque esta dirigido tanto contra el feminismo como al transfemenismo y contra cada una de nosotras, mujeres trans. Pero estan desfados, como siempre. No todo el femenismo afirma la idea del género como mera "construcción cultural", es más, la propia categoría de género esta puesta en debate por diversas corrientes de mujeres críticas.

Por nuestro lado, esa afirmación de que "Así la denominada "ideología de género" -haciendo uso indebido de esa noción- la entiende como pura construcción cultural y subjetiva, difundiendo un concepto de identidad sexual dependiente, unicamente,de las inclinaciones y deseos de cada individuo, que puede elegir a que sexo pertenece e incluso, pasar de un sexo a otro", se encuentra, también, totalmente desfasada.

Nuestro género real es el femenino/mujer (nacimos con él y éste se forma antes y después de nuestro propio nacimiento), por tanto, es bien natural y bien biológico. Se encuentra en nuestro propio cuerpo, a no ser que se piense que el cerebro no es parte de nuestro cuerpo o que se piense que puede haber ideas, pensamientos, deseos, mente, subjetividad, sin un cuerpo que los génere (aunque no nos determine en cuanto a conductas sociales).

Lo que es pura "construcción cultural", sobre todo construido por instituciones machistas, patriarcales y represivas como es el caso la Iglesia, es el género "masculino" que se nos atribuyó, solo viendo nuestros genitales.

Vivir de acuerdo a nuestro sexo/género de nacimiento no es ninguna "inclinación" (preferencia) ni tampoco una "elección".

Es una necesidad imperiosa, debido a que tarde o temprano, nuestro género real se nos rebela como nuestra real y verdadera identidad personal integral.

Nosotras no jugamos a ser mujer, a imitar a la mujer, nosotras somos mujeres, aunque les cueste entenderlo y reconocerlo.

Ahora ya sabemos que nosotras no "elegimos" pasar de un "sexo" a otro.

Nosotras elegimos vivir de acuerdo a nuestro género real, para lo cual hay que rechazar el genero social que se nos asignó. Muchas estuvimos tiempo atrapadas por él. Pero pudimos liberarnos y reencontrarnos.

Nosotra elegimos ser, simplemente, lo que siempre hemos sido.