En tu infancia, ¿jugabas con muñecas?Una pregunta en principio trivial, sumada a miradas, palabras y situaciones que pueden resultar absurdas si no fuera porque en su cúmulo son como una tortura china, representan la realidad de muchas personas en más de una treintena de países de Europa.
Esta pesadilla burocrática y social es lo que denuncia la asociación Transgender Europe con el siguiente vídeo (tras darle al play, en la ruedita de la derecha puedes seleccionar el idioma de los subtítulos):
En España necesitas un diagnóstico médico que certifique que eres transexual, que contigo se equivocaron al nacer, que lo que creyeron que serías según tus genitales no se cumplió. Para este examen de calidad que marca cuán mujer o cuán hombre eres, no hay un modelo fijo. Te evalúan tu ropa, tus gustos, tu gestualidad, tu infancia… Pero aunque seguimos encontrando un tratamiento patologizante de la transexualidad, como si fuera una
enfermedad, dentro de Europa no estamos tan mal.
En 19 países de nuestro entorno el cambio registral te cuesta tu matrimonio. Aunque tu mujer o tu marido te conozcan, te quieran y te apoyen, aunque quieran seguir casados, no pueden. Debes divorciarte. Así, por ley.
Pero los hay que están peor. En 23 países se les obliga pasar por una intervención quirúrgica que asegure su total esterilización. El miedo a que haya hombres que se queden embarazadas o mujeres que puedan dejar preñadas a sus novias, si es que son lesbianas y bisexuales con esperma, puede a quienes dictan las leyes en demasiados países de Europa.
Pesadillas que son realidad y que es bueno tener en mente un día como hoy, que se cumplen 8 años de nuestra conocida como Ley de Identidad de Género y se celebra en nuestro país el Día de la Visibilidad Trans.
Tengamos en cuenta por lo que tienen que pasar. Tengamos en cuenta todo lo que queda por conseguir para que puedan vivir sus vidas desde la igualdad de derechos. Y hagamos lo que esté en nuestra mano por ayudarles.
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