La diputada Anna Grodzka no consigue los 100.000 avales necesarios para presentar su candidatura a los comicios del 10 de mayo
Anna Grodzka, una diputada y transexual polaca de 60 años, no podrá presentarse a las elecciones presidenciales del próximo 10 de mayo en su país porque no consiguió el cupo mínimo de 100.000 avales en apoyo a su candidatura. Grodzka, que en 2011 fue elegida diputada por el partido liberal y anticlerical Ruch Palikot, era la candidata de los Verdes. La parlamentaria, que además de transexual se declara atea y de izquierda en uno de los países más católicos y conservadores de Europa, llegó a la Cámara baja polaca el 9 de octubre de 2011. Presidenta de la asociación de defensa de los transexuales TransFuzja, quiso llevar la voz de este colectivo al Sejm (Parlamento).
La diputada, que antes de cambiar de sexo se llamaba Ryszard, empezó su combate a los 11 años. Después, desempeñó una vida de hombre, se casó y tuvo una familia. En el 2007 se divorció y en el 2010 se sometió a una cirugía de cambio de sexo. Su elección como parlamentaria, junto con la del activista gay Robert Biedron, significó una auténtica revolución en Polonia. Grodzka tuvo que enfrentarse a la feroz oposición de la derecha radical y a las condenas de la poderosa y preconciliar Iglesia católica, la extrema derecha y los sectores sociales más intolerantes. Pero Grodzka, que fue la tercera persona transexual en el mundo que consiguió un escaño en un Parlamento nacional, no agachó la cabeza y comenzó una lucha sin descanso a favor de los derechos sociales de las minorías sexuales.
En una entrevista tras su elección, Grodzka vaticinó que los sectores políticos más intransigentes «harán todo lo posible para boicotearnos», porque «la derecha más conservadora no entiende los cambios que está viviendo Polonia, se opone a ellos, pero es inútil, porque la sociedad seguirá evolucionando y reclamando más derechos civiles y libertades. En democracia es inevitable». Los ataques y condenas a Grodzka por su opción sexual y su actividad política no sólo vinieron de la derecha ultra y nacionalista, sino también de partidos moderados y liberales.
El varapalo del 2013
La derrota de Grodzka de cara a los futuros comicios a la jefatura del Estado fue celebrada por la derecha ultra. El candidato minoritario de esa derecha de épocas pasadas, el polémico eurodiputado monárquico Janusz Korwin-Mikke, consiguió el doble de los avales necesarios para concurrir a las presidenciales: 200.000. También recibió los apoyos necesarios la candidata de la izquierda socialdemócrata, la joven Magdalena Ogórek, pero las encuestas le dan un apoyo que no supera el 6%. El jefe del Estado, el liberal Bronislaw Komorowski, de 62 años, se presentará a un segundo mandato y podría lograr el 52% de los votos. Dialogante y conciliador, es el gran favorito de los sondeos. En cambio, Andrzej Duda, del ultraconservador partido Ley y Justicia (PiS), podría ser el gran perdedor con un 20% de apoyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario