martes, 17 de marzo de 2015

Uruguay: Estudio muestra que mayoría de trans no terminan Ciclo Básico



Mientras las cifras oficiales demuestran que en promedio el 70% de la población uruguaya culmina Ciclo Básico, un estudio realizado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) señala que un alto porcentaje de las personas trans no termina ese tramo educativo. De las personas transgénero que utilizan la tarjeta Uruguay Social del ministerio, 70% no logró terminar Ciclo Básico.

El dato, que fue adelantado días atrás por el exdirector de Políticas Sociales del Mides Andrés Scagliola en entrevista con El Observador TV, surge de la publicación “La identidad de género en las políticas sociales. Informe de monitoreo de las políticas de inclusión para población trans” de diciembre de 2013.

El estudio fue realizado a partir de la base de datos de los beneficiarios de la tarjeta con una transferencia monetaria que el Mides otorga a hogares en situación de indigencia y a las personas trans.

Para la investigación se tomaron los datos de 853 personas trans, que a la fecha se beneficiaban de la tarjeta, y la conclusión a la que se llegó, señaló Scagliola a El Observador, es que mientras una de cada tres personas no culminan el Ciclo Básico, en el caso de las personas trans la cifra asciende a dos de cada tres. Aunque no hay cifras oficiales, se estima que son unas 1.500 las personas transgénero que viven en Uruguay y por tanto la muestra de la tarjeta del Mides es amplia.

Aunque la investigación no discrimina si hay otros factores que influyen a la hora de que dejen los estudios, como, por ejemplo, la pobreza, el exdirector de Políticas Sociales del Mides manifestó que “en principio, la conclusión central es que las personas trans viven tantas situaciones en el centro educativo que terminan desertando”.

Más allá de esto, señaló, “cuánto corresponde a que las expulsen del hogar o cuánto a otros factores, como la violencia, es muy difícil de distinguir porque es parte de un mismo paquete”.

Centros poco amigables

El “Plan Acción Juventudes 2015 – 2025”, un documento del Instituto de la Juventud (INJU) señala que “el espacio educativo dista de todas formas de ser amigable para los jóvenes trans”. El documento establece que 62,2% de los jóvenes trans de entre 15 y 29 años declaran haber sido discriminados por sus pares durante su pasaje en la escuela.

Agrega que la violencia escolar “está naturalizada” en los centros educativos debido a los patrones heteronormativos que los regulan y a la falta de una respuesta institucional o de los docentes ante la problemática.

En este sentido, Scagliola manifestó que muchas veces estos jóvenes sufren en el liceo “todo tipo de discriminación que los aparta del sistema educativo”. Entre ellos mencionó el no poder salir al recreo por temor a ser golpeados, la estrategia de no ir al baño para no entrar allí con el aspecto de un género a un baño que es de otro y el llegar antes o irse después para evadir el encuentro con sus compañeros.

“De silencios y otras violencias”, otro documento del Mides, publicado en agosto de 2014, recoge declaraciones de 18 personas trans, que cuentan sus peripecias en los centros educativos. Una de ellas señala: “No iba al baño y estaba horas en el liceo y me aguantaba y no iba... Nunca pisé un baño”.


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