Foto: Aurelia Ventura
Ruby López, una mujer transexual,
asegura que el trauma por los intentos de asesinato, discriminación y
otros maltratos sufridos en su natal Honduras volvió cuando el consulado
de ese país en Los Ángeles le pidió quitarse el maquillaje y sujetarse el cabello para renovar su pasaporte.Su nombre legal es Jacobo Mejía y los representantes de la sede diplomática le exigieron que aparentara ser un hombre para procesar el documento. Su orientación sexual ha sido respetada en la Oficina de Migración y en el Departamento de Vehículos de California. "A mí me dio tanto coraje que te juro que me puse a llorar en la oficina. Fue como volver el tiempo atrás, recordar tantas cosas que me pasaron", cuenta López, de 38 años y residente de Pomona.Hace ocho años, ella cruzó ilegalmente la frontera de EEUU porque su vida corría peligro.
"He pasado por muchas cosas horribles en mi país. Me intentaron matar muchas veces", dijo. El último atentado ocurrió en Choloma, donde pandilleros irrumpieron en su casa con machetes. La libró gracias a la valentía de su amiga, quien se abrió camino con un tubo. "Todos me siguieron a mí. Si me quedo ahí me matan", contó. El Gobierno de EEUU le concedió asilo político por todo lo que padeció allá. Aquí, asegura López, no la habían cuestionado por su apariencia. Todo cambió cuando fue a su consulado a renovar el pasaporte. "No puedes tomarte la foto así, porque eres un hombre", recuerda las palabras de un representante de la oficina.
"Me dio vergüenza", dijo López quien pidió conversar con una autoridad de la sede, pero le reiteraron que si tenía nombre de varón debía aparentarlo ante una cámara. "Te quitas el maquillaje y te agarras el cabello", le dijeron. En la fotografía del pasaporte vencido ella trae el cabello a la altura del cuello y la cara lavada. López aceptó retirarse el maquillaje y sujetarse el cabello, incluso salir por una puerta alterna.Mariana Marroquín, activista del Centro LGBT de Los Ángeles, comenta que lo ocurrido en el consulado hondureño es solo otro aspecto de la discriminación. Una mujer transgénero, Marroquín también peleó para posar con maquillaje al renovar el pasaporte de Guatemala.
"Es injusto, porque si una mujer va con el cabello agarrado y sin maquillaje ¿eso la hace ser una mujer?". La embajada de Honduras en Washington se comprometió a investigar el asunto y el consulado informó que el cónsul no quería comentar sobre el caso. Grupos que defienden a la comunidad LGBT piden a dicha sede diplomática educarse en el trato que su personal brinda a los transexuales. "En parte la causa [de la discriminación] es la falta de conocimiento que todavía hay", indicó Mónica Trasandes, vocera del grupo (GLAAD). Ruby asegura que si el consulado le pide regresar a tomarse una foto con maquillaje no volvería. "Me avergüenzo de mi país", dijo.
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