En esta fotografía de archivo del martes 17 de junio de 2014, el
presidente Barack Obama habla en el evento anual de gala del Comité
Nacional Demócrata para recaudar fondos en pro de la comunidad lesibana,
gay, bisexual y transgénero en el Gotham Hall de Nueva York.
By Por LISA LEFF
Associated Press
SAN FRANCISCO, California, EE.UU. --
El presidente Barack Obama, que estableció su autenticidad como
defensor de los derechos de los homosexuales y las lesbianas cuando
respaldó los matrimonios entre personas del mismo sexo, ha extendido en
forma constante el apoyo de su gobierno al grupo más pequeño y menos
aceptado del arcoíris LGBT: los estadounidenses transgénero.
Con pocas de las fanfarrias o críticas que marcaron su evolución hasta ser el líder que la revista Newsweek apodó "el primer presidente gay", Obama se convirtió en el primer jefe del ejecutivo en pronunciar la palabra "transgénero" en un discurso, a hacer nombramientos de políticos pertenecientes a esta comunidad y en prohibir la discriminación laboral contra los trabajadores gubernamentales transgénero.
En su primer período como mandatario también firmó una legislación contra delitos por intolerancia que se convirtió en la primera protección federal hacia los derechos civiles de los transgénero en la historia de Estados Unidos.
Desde entonces, el gobierno ha aplicado calladamente el poder del ejecutivo para facilitarle a las personas transgénero actualizar sus pasaportes, obtener seguro de gastos médicos bajo la Ley de Cuidados Médicos Accesibles, recibir tratamiento en las instalaciones del gobierno para veteranos de guerra y buscar acceso a los baños de las escuelas públicas y a programas deportivos, los cuales son sólo algunos de los cambios de políticas con relación a las personas transgénero implementados en la presidencia de Obama.
"Ha sido el mejor presidente para los derechos de las personas transgénero, y nadie más está en segundo lugar", dijo Mara Keisling, directora ejecutiva del Centro Nacional para la Igualdad Transgénero, con relación a Obama, el único mandatario que ha invitado a niños transgénero a que participen en la búsqueda anual de huevos de Pascua de la Casa Blanca.
Grupos religiosos conservadores que han criticado con rapidez al presidente por su activismo en favor de los derechos de los homosexuales han sido mucho más lentos en responder a las acciones del gobierno. El líder de la Coalición por los Valores Tradicionales dice que hay poco que hacer al respecto, porque los cambios se llevan a cabo a través de órdenes ejecutivas y agencias federales en lugar de efectuarse en el Congreso.
Los triunfos más recientes se realizaron este mes, cuando la Oficina de Manejo de Personal anunció que las aseguradoras de salud contratadas por el gobierno podrían empezar a cubrir el costo de las cirugías de cambio de género para empleados federales, jubilados y los que les sobrevivan, con lo que puso fin a una prohibición de 40 años en torno al tema.
Dos semanas antes, una norma que tenía décadas y en la que se impedía que el Medicare —el servicio médico gubernamental para los adultos mayores— financiara ese tipo de procedimientos fue revocada dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
A diferencia del respaldo de Obama a los matrimonios entre personas del mismo sexo y de haber retirado la prohibición para que los soldados abiertamente homosexuales sirvan en las fuerzas armadas, el trabajo de la Casa Blanca para promover los derechos de las personas transgénero ha ocurrido en su mayor parte fuera de los reflectores.
Algunos avances han pasado desapercibidos porque también beneficiaron a las comunidades gay, lesbianas y bisexuales, las cuales son mucho más grandes que la transgénero. Eso fue lo que ocurrió el lunes cuando la Casa Blanca anunció que Obama tiene pensado firmar una orden ejecutiva que le prohíbe a los contratistas federales discriminar a los empleados con base en su orientación sexual o identidad de género.
En otros casos, los grupos defensores de los derechos de las personas transgénero y el gobierno han acordado mantener un enfoque de bajo perfil, tanto para esquivar la resistencia como para enviar el mensaje de que los cambios no son la gran cosa, dijo Barbra Siperstein, que en 2009 se convirtió en la primera persona transgénero en ser elegida al Comité Nacional Demócrata.
Con pocas de las fanfarrias o críticas que marcaron su evolución hasta ser el líder que la revista Newsweek apodó "el primer presidente gay", Obama se convirtió en el primer jefe del ejecutivo en pronunciar la palabra "transgénero" en un discurso, a hacer nombramientos de políticos pertenecientes a esta comunidad y en prohibir la discriminación laboral contra los trabajadores gubernamentales transgénero.
En su primer período como mandatario también firmó una legislación contra delitos por intolerancia que se convirtió en la primera protección federal hacia los derechos civiles de los transgénero en la historia de Estados Unidos.
Desde entonces, el gobierno ha aplicado calladamente el poder del ejecutivo para facilitarle a las personas transgénero actualizar sus pasaportes, obtener seguro de gastos médicos bajo la Ley de Cuidados Médicos Accesibles, recibir tratamiento en las instalaciones del gobierno para veteranos de guerra y buscar acceso a los baños de las escuelas públicas y a programas deportivos, los cuales son sólo algunos de los cambios de políticas con relación a las personas transgénero implementados en la presidencia de Obama.
"Ha sido el mejor presidente para los derechos de las personas transgénero, y nadie más está en segundo lugar", dijo Mara Keisling, directora ejecutiva del Centro Nacional para la Igualdad Transgénero, con relación a Obama, el único mandatario que ha invitado a niños transgénero a que participen en la búsqueda anual de huevos de Pascua de la Casa Blanca.
Grupos religiosos conservadores que han criticado con rapidez al presidente por su activismo en favor de los derechos de los homosexuales han sido mucho más lentos en responder a las acciones del gobierno. El líder de la Coalición por los Valores Tradicionales dice que hay poco que hacer al respecto, porque los cambios se llevan a cabo a través de órdenes ejecutivas y agencias federales en lugar de efectuarse en el Congreso.
Los triunfos más recientes se realizaron este mes, cuando la Oficina de Manejo de Personal anunció que las aseguradoras de salud contratadas por el gobierno podrían empezar a cubrir el costo de las cirugías de cambio de género para empleados federales, jubilados y los que les sobrevivan, con lo que puso fin a una prohibición de 40 años en torno al tema.
Dos semanas antes, una norma que tenía décadas y en la que se impedía que el Medicare —el servicio médico gubernamental para los adultos mayores— financiara ese tipo de procedimientos fue revocada dentro del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
A diferencia del respaldo de Obama a los matrimonios entre personas del mismo sexo y de haber retirado la prohibición para que los soldados abiertamente homosexuales sirvan en las fuerzas armadas, el trabajo de la Casa Blanca para promover los derechos de las personas transgénero ha ocurrido en su mayor parte fuera de los reflectores.
Algunos avances han pasado desapercibidos porque también beneficiaron a las comunidades gay, lesbianas y bisexuales, las cuales son mucho más grandes que la transgénero. Eso fue lo que ocurrió el lunes cuando la Casa Blanca anunció que Obama tiene pensado firmar una orden ejecutiva que le prohíbe a los contratistas federales discriminar a los empleados con base en su orientación sexual o identidad de género.
En otros casos, los grupos defensores de los derechos de las personas transgénero y el gobierno han acordado mantener un enfoque de bajo perfil, tanto para esquivar la resistencia como para enviar el mensaje de que los cambios no son la gran cosa, dijo Barbra Siperstein, que en 2009 se convirtió en la primera persona transgénero en ser elegida al Comité Nacional Demócrata.
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