Aceptar su identidad de género y actuar en consecuencia es quizá la decisión más importante que una persona pueda tomar en su vida, pues implica no sólo modificaciones físicas, sino la posibilidad de que cambien las relaciones con el entorno social y familiar. Éste es uno de los mayores conflictos y retos que se debe enfrentar debido a la ignorancia, los prejuicios y el estigma que rodean a las personas transexuales.
Para dar respuesta a esta situación, la Universidad Nacional Autónoma de México ha creado la Clínica de la Diversidad Sexual del Departamento de Psicología Medica, Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, que apoya a quienes deciden reasignar su sexo, con relación a su género.
Además, capacita a médicos cirujanos para llevar a cabo ese tipo de intervenciones, y orienta psicológicamente tanto a homosexuales, como a quienes pasan por ese proceso, principalmente a los jóvenes.
Aparte de la lucha que puede suponer conseguir que la familia o los amigos acepten la nueva situación, es preciso prepararse mentalmente. Afrontar el cambio de sexo contando con apoyo del entorno familiar y personal, es tan importante como el hecho de tomar la decisión de operarse.
Según los expertos de la UNAM, 50% de los adolescentes transexuales que no acuden con un especialista para recibir apoyo psicológico, ni hablan de su condición con familiares, se suicidan porque es difícil llevar la carga.
Grupos como la Asociación de Transexuales o Asociación de Identidad Transexual, son algunas entidades dispuestas a ofrecer información y apoyo a aquellos que vayan a dar el paso y que necesiten la orientación.
Planear una reunión con los miembros de la familia, e invitar a un psicólogo especializado en el momento de notificarlo, puede ser útil para restar emoción a la conversación y aportar un punto de vista profesional y científico.
El uso de estadísticas y estudios, o testimonios de personas que hayan pasado por lo mismo, puede ayudar a entender a los familiares y amigos el porqué de la decisión.
Afortunadamente, cada día surgen más instituciones y colectivos que ofrecen apoyo para enfrentar el dilema de “salir de clóset”, y los jóvenes gays, lesbianas y transexuales deben saber que no están solos.
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