Hace varios días contemplábamos atónitos las imágenes de la terrible agresión sufrida por Chrissy Lee Polis (en la foto), una chica transexual de 22 años, en el interior de un restaurante McDonald’s en Rosedale, en las cercanías de Baltimore (Maryland). La joven fue agredida por dos chicas por haber querido hacer uso del baño de mujeres, al tiempo que varios empleados del local, que permitieron que la agresión siguiera adelante, la acompañaron con risas. Las dos agresoras han sido finalmente acusadas de crimen de odio.
Teonna Brown, de 18 años, y otra adolescente de 15 años -de la que por ser menor de edad no se ha revelado el nombre- han sido acusadas por el gran jurado de agresión en primer y segundo grado y crimen de odio (una categoría especial que en 2009 Estados Unidos abrió a los delitos homófobos y trásnfobos). Brown será juzgada como adulta, mientras que la segunda agresora será juzgada por un tribunal de menores.
“Tal y como el vídeo muestra, la agresión estuvo relacionada directamente con el hecho de que la señora Polis es una mujer transexual. La falta de entendimiento o el miedo hacia alguien que es transexual no justifica en ningún caso la violencia, y el uso de esta debe ser perseguido en el mayor grado que permite la ley”, ha declarado Lynne Bowman, representante de la organización LGTB Equality Maryland.
Como informamos en su momento, McDonald’s, ante el miedo a enfrentarse a una demanda civil, condenó la agresión y despidió al empleado que la grabó. Mientras, en la web de iniciativas ciudadanas change.org continúa en marcha una iniciativa (en inglés) para solicitar al fiscal general de Maryland que además de a las agresoras se exijan responsabilidades a los empleados de McDonald’s que no hicieron nada por detener la agresión. Puedes acceder a ella y secundarla pinchando aquí.
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